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La necesidad de renovación de los Harrier de la Armada española era uno de los temas prioritarios para el Ministerio de Defensa. Buena prueba de ello fue la partida monetaria aprobada en los Presupuestos Generales de 2023 —los últimos presentados por el Gobierno— en la que se contemplaba la sustitución de los mencionados cazas.

Aquel fue el último movimiento público en el que se trató abiertamente la renovación de los AV-8B, como se conoce al Harrier. Siendo desde entonces una especie de tema tabú para todos aquellos encargados de las adquisiciones dentro del Ministerio liderado por Margarita Robles.

Los Harrier de la Novena Escuadrilla de la Armada tienen una fecha de final de vida muy próxima. Según las últimas informaciones, podrían aguantar hasta el 2030 y convertirían a España en el único país en el mundo en mantenerlos en servicio tras medio siglo de actividad.

Harrier operando desde la cubierta del Juan Carlos I Armada

Esta situación ya planteaba un escenario de urgencia cuando se aprobaron los mencionados Presupuestos Generales en 2023. Con el paso del tiempo y el silencio sepulcral de la Administración, hasta los más optimistas de la adquisición del F-35B fueron apagando sus ánimos.

Y es que, la única alternativa para sustituir a los Harrier pasa ineludiblemente por los F-35B, la versión de despegue y aterrizaje vertical de la estadounidense Lockheed Martin. Según recoge El País, la adquisición de este modelo tan particular de caza ha quedado en suspenso por parte del Ministerio de Defensa.

Esto conduce a una situación complicada para la Armada y el portaeronaves Juan Carlos I, actualmente en dique seco al someterse a una serie de reparaciones y actualizaciones. La pérdida del ala fija embarcada supone, objetivamente, un paso atrás en las capacidades de proyección de las Fuerzas Armadas españolas.

De esta forma, cuando se den de baja los Harrier, desde la cubierta del Juan Carlos I tan solo podrán despegar helicópteros y drones. De hecho, Airbus firmó con Navantia un acuerdo hace unos meses para estudiar la operación del dron Sirtap en el buque.

Tal y como recoge Europa Press, la intención del Ministerio de Defensa es centrar esfuerzos en el programa Eurofighter —actualmente existen dos pedidos realizados— y en el FCAS. Este último es el caza de sexta generación en el que España participa junto con Francia y Alemania.

Madrid y Washington D.C.

La decisión llega en un momento crítico de las relaciones entre EEUU y la Unión Europea. Trump quiere que los países miembros coordinen un total de 520.000 millones de euros de inversión en compañías estadounidenses a cambio de no reiniciar la guerra arancelaria.

A ese movimiento, se une la mala sintonía general que mantienen Madrid y Washington D.C. desde que el nuevo presidente estadounidense tomara por segunda vez asiento en el despacho oval de la Casa Blanca.

Tras colocar a España cerca de los BRICS y criticar abiertamente su posición respecto a Palestina, la última de las crisis tiene como eje central a Huawei, la compañía tecnológica china.

Según el Comité de Inteligencia del Parlamento de Estados Unidos, "España está jugando con fuego al poner en riesgo su seguridad nacional y la de sus ciudadanos". Todo ello mientras desde el Gobierno de Sánchez adjudicaba contratos públicos en materias sensibles a Huawei.

El aviso lo realizó hace poco más de dos semanas Rick Crawford, presidente del mencionado Comité, a través de una nota publicada en la página web de la institución pública.

"Es casi inimaginable", según apuntan desde el Comité. "Es utilizar a un conocido agente del Partido Comunista Chino para recopilar y almacenar cantidades ingentes de datos sensibles".

Al hacerlo, "España se ha vuelto vulnerable a claras amenazas a su seguridad y a su soberanía". Más aún, según este centro, que supervisa las actividades de la CIA y del FBI, entre otras agencias estadounidenses, España ha vuelto también vulnerables "a sus aliados en todo el mundo".

Además del tema Huawei, varias instituciones públicas españolas han recurrido igualmente a tecnología de Hikvision, otra compañía china vetada por EEUU y otros países de la OTAN, para sistemas críticos.

El Centro de Inteligencia de las Fuerzas Armadas (CIFAS) ha decidido recientemente adquirir cámaras de Hikvision para su sistema de videovigilancia y control colocados en las sedes de los equipos desplegados. En concreto, en cinco zonas de operaciones.

También están instaladas en varias infraestructuras como comisarías de la Policía Nacional y comandancias de la Guardia Civil en todo el territorio nacional. Incluso hasta en embajadas españolas.