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Condensar en una única plataforma aérea las capacidades de despegue y aterrizaje vertical y el vuelo a gran velocidad en la horizontal no es tarea fácil. Debido a esto, los ingenieros aeronáuticos tienen que recurrir a planteamientos disruptivos que consigan lo mejor de ambos mundos sin sacrificar el coste de fabricación.

Continuando esta línea, China acaba de presentar un nuevo dron que lo consigue, según recoge South China Morning Post, aunque su diseño no ha estado exento de polémica.

La aeronave, mostrada en los medios estatales chinos, cuenta con un aspecto muy similar al del MQ-35 V-BAT estadounidense, un dron que ya está presente y activo en las Fuerzas Armadas del país norteamericano.

En su debut, el nuevo vehículo aéreo no tripulado chino ha equipado sensores y cámaras dedicadas a labores de reconocimiento y operaciones de consciencia situacional en tiempo real. La presentación se llevó a cabo en la región de Sichuan.

El sistema de control inteligente del dron también formó parte de la demostración tecnológica, según el mismo medio. Mientras que el ejercicio completo "demostró capacidades como la asignación autónoma de objetivos, planificación automática de rutas y prevención automática de amenazas".

Tres drones V-Bat estadounidenses en un campo de vuelo Shiedl AI

Todas estas capacidades "podrían ser vitales al controlar un enjambre de drones". En este tipo de despliegue, en el que participan varias unidades, es elemental crear una red de información y comunicación para que los datos obtenidos por los sensores fluyan entre ellas.

Este dron chino, cuyo nombre oficial no ha sido desvelado, despega en la vertical y, cuando alcanza una cierta cota, realiza una maniobra de transición para colocarse paralelo a la superficie y emprender así un vuelo horizontal a gran velocidad. Una vez terminada la misión, realiza la maniobra inversa y aterriza de nuevo verticalmente.

Cuenta con una envergadura de 2,6 metros, una longitud de 1,8 metros y emplea un único motor situado en la cola. Está desarrollado por Chengdu Aircraft Industry Group (CAIG), de propiedad estatal china y subsidiaria de Aviation Industry Corporation (AVIC).

La propuesta de EEUU

La primera vez que el Cuerpo de Marines mostró el V-Bat en unas maniobras fue a principios de 2024 en Okinawa (Japón). El despliegue demostró las capacidades de la aeronave como plataforma de "inteligencia marítima y espacial" y la flexibilidad operativa que ofrece un formato de este tipo.

Enjambre de drones V-Bat Shield AI

Igual que su homólogo chino, la principal ventaja respecto a otras plataformas más convencionales es que el V-Bat no necesita una infraestructura específica para poder operar. Cualquier espacio sirve para que despegue y aterrice.

Por ejemplo, puede despegar y aterrizar desde la cubierta de un barco —sin que sea portaviones— para las ramas marítimas o un pequeño claro en un bosque para las fuerzas terrestres.

El Cuerpo de Marines y la Armada estadounidenses han sido las primeras en poner en servicio este dron. Las primeras operaciones datan del año 2016 y, desde entonces, Shield AI, el fabricante de la plataforma, ha ido cerrando varios contratos con el Departamento de Defensa del país.

El dron "admite una amplia gama de cargas útiles y sensores intercambiables y personalizables", tal y como explica Shield AI. Entre ellos están las cámaras electroópticas, sensores de infrarrojo y capacidades basadas en inteligencia artificial de búsqueda en entornos terrestres y marítimos.

"Uno de los elementos diferenciadores clave entre el V-Bat y otras aeronaves de despegue y aterrizaje vertical es su diseño patentado de propulsor", aseguran desde Shield AI. Aumenta el empuje en más de un 80% con una potencia de motor equivalente en otras plataformas.

Esa funcionalidad "que permite el despegue y aterrizaje con una sola planta de energía y logra una fracción de masa de carga útil inigualable". También explican que la plataforma puede volar durante medio día o detenerse y flotar para quedarse en estacionario durante horas.

Dentro de este apartado, el dron dispone de empuje vectorial que le proporciona un "control inigualable junto a una estabilidad sólida como una roca en condiciones climáticas adversas".

Además, el recubrimiento de las aspas añade mayor seguridad al eliminar la posibilidad de que el operador entre en contacto con ellas de forma accidental y pueda causar daños personales.

En cuanto a especificaciones técnicas, cuenta con una envergadura de casi 3 metros por 3,7 metros de alto —unas cotas muy superiores a la versión china— y un peso total de 57 kilogramos, de los que 11 corresponden con la instrumentación a bordo.

El fabricante también indica que tiene una autonomía de hasta 10 horas, un techo de vuelo de 6.000 metros y un tiempo de transición de vuelo vertical a horizontal inferior a los 15 segundos.