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Que el futuro de la aviación militar pasa por el desarrollo de aviones autónomos, capaces de sincronizarse con cazas tripulados, es ampliamente conocido desde hace mucho tiempo. Sin embargo, la nueva era de rearme en la que está inmersa la UE ha acelerado los tiempos para hacer del combate colaborativo una realidad, especialmente en las fuerzas aéreas europeas.

El primero que ha dado el paso para contar con los llamados UCAV (unmanned combat air vehicle) ha sido Alemania, que no quiere esperar a la llegada del FCAS, el futuro caza europeo, para que sus aviones de combate puedan luchar codo a codo con aeronaves no tripuladas de cara a la próxima década.

Ante las prisas de Berlín, que prevé triplicar su presupuesto en defensa en tan solo cuatro años, a las empresas germanas no les ha quedado otra alternativa que salir a buscar socios industriales en otras partes del planeta.

La primera en hacerlo ha sido Airbus Defence & Space. La filial alemana del gigante aeroespacial europeo ha encontrado en la firma estadounidense Kratos un socio con una amplia experiencia en el desarrollo de aeronaves colaborativas.

De esta manera, desde Airbus han cerrado una alianza con la compañía con sede en San Diego (California) para dotar con su sistema de misión un dron basado en el XQ-58A Valkyrie, aeronave que recientemente ha demostrado ser capaz de sincronizarse en vuelo con las cabinas de aviones F-16C Fighting Falcon y F-15E Strike Eagle de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (US Air Force).

El Valkyrie ha sido considerado el dron guardaespaldas de Estados Unidos dado que, entre otros muchos propósitos, puede interponerse entre un misil y un caza tripulado, sacrificándose para salvaguardar la vida del piloto.

Kratos ha diseñado esta aeronave para operar junto a cazas F-35, de los que Alemania ha encargado 35 unidades. El Valkyrie, cuyo primer vuelo tuvo lugar en 2019, destaca por su capacidad de transportar bombas de pequeño tamaño e incluso otros drones.

Dron Valkyrie Kratos

Si bien el avión que resulte de esta asociación tendrá como primer beneficiario a Alemania, desde Airbus han querido dejar claro que la misma proporcionará también capacidades cruciales a todos los combatientes europeos antes de que finalice la década.

"Esta alianza ayudará a acelerar la capacidad de defensa de Europa, a la vez que fortalecerá los lazos transatlánticos de la OTAN", ha subrayado días atrás el CEO de Airbus Defence and Space, Mike Schoellhorn.

La vía canadiense

Otra firma alemana que ha encontrado un aliado en Norteamérica es Intec Industrie-Technik, que ha apostado por la aeronave supersónica desarrollada por la empresa canadiense UVAD Technologies: el Falcon Supersonic. Intec ha prometido que este avión no tripulado "remodelará la capacidad de combate aéreo de Alemania y Europa".

El Falcon, sostienen desde UVAD, puede servir como sistema contra amenazas hipersónicas y, a su vez, adaptarse para misiones de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) de alta velocidad.

De igual manera, su fabricante señala que puede operar junto con aviones de combate como un UAV desechable. Pese a esto, al estar equipado con paracaídas y un airbag para aterrizajes suaves, la empresa garantiza que su sistema soporta múltiples vuelos sin comprometer su rendimiento ni fiabilidad.

A diferencia del Valkyrie, el Falcon todavía no ha tenido su bautismo de vuelo, algo que está programado para el segundo semestre del próximo año, para alcanzar su funcionalidad plena hacia 2029.

Dron Falcon Supersonic UVAD

El dron canadiense, con un peso máximo de despegue de 450 kilogramos, cuenta con dos motores a reacción que le permiten alcanzar velocidades de 1.6 Mach. Además, puede volar a una altitud de diez kilómetros y transportar hasta 50 kg de carga útil.

El Falcon puede ser transportado en contenedores y no precisa de pista para despegar, dado que emplea un sistema de lanzamiento por catapulta neumática que maximiza la flexibilidad de la misión en entornos dinámicos.

La oferta de General Atomics

También la compañía estadounidense General Atomics Aeronautic Systems (GA-ASI), experta en el desarrollo de drones, ha puesto su ojo en el incipiente mercado europeo de aviones de combate colaborativos (CCA).

Su propuesta consiste en ensamblar en Europa "una plataforma madura" desarrollada en Estados Unidos y señala al YFQ-42A como base del futuro proyecto. Se trata del prototipo que ha diseñado para dotar a la US Air Force de un CCA, que actualmente está siendo sometido a pruebas en tierra y su vuelo inaugural está programado para después del verano.

Al igual que el acuerdo entre Airbus y Kratos, GA-ASI apuesta por que el avión autónomo esté equipado con un sistema de misión europeo y apunta a su filial en Munich, General Atomics Aertec Systems como una pieza clave de esta estrategia.

“Estamos deseando combinar nuestra experiencia en sistemas de aeronaves no tripuladas con la experiencia en sensores y sistemas de armas aerotransportados de la industria de defensa europea, empezando por nuestra filial en Alemania”, ha expresado, al respecto, Linden Blue, director ejecutivo de GA-ASI.

“Con un diseño CCA probado que ya se encuentra en producción, estos sistemas se entregarán en cantidades significativas con insumos europeos de alta tecnología para construir y mantener una masa asequible para las fuerzas de combate de la OTAN”, ha prometido.