El uso de la inteligencia artificial es una de las prioridades de las Fuerzas Armadas españolas. En cualquiera de sus campos de aplicación, esta tecnología supone un claro incremento de capacidades —que ya se encuentran desplegados en campos de batalla como el ucraniano— a un coste muy reducido de mantener.
Continuando esta línea, el Ejército de Tierra tiene a Gonzalo, su particular versión de ChatGPT. Un proyecto de IA generativa específica desarrollado por el Estado Mayor del Ejército, el Mando de Adiestramiento y Doctrina, la Jefatura del Ciberespacio y de los Servicios de Asistencia Técnica, el Mando de Apoyo Logístico del Ejército de Tierra y por el INTA.
Tal y como explican en un comunicado, se podría decir que Gonzalo emplea un "motor similar al conocido ChatGPT o Gemini", dos de las inteligencias artificiales más populares, con aplicaciones y características propias de una herramienta para el Ejército.
Entre estas particularidades se encuentran las medidas de seguridad necesarias, "pues hay que tener en cuenta que la información que se maneja en este entorno es sensible".
Asimismo, tal y como explican desde el Ejército de Tierra, también se está trabajando en "mejorar algunos de los problemas que presentan las IA generativas".
El ChatGPT del Ejército
Entre los aspectos en los que el Ejército ha trabajado para mejorar la tecnología está la reducción de experimentar "alucinaciones". Según explican, estos desvaríos son "errores que comete el sistema, presentando respuestas falsas o incorrectas".
Incluso puede llegar a aportar inventiva o distorsionar la información, "pero de tal modo que pueden parecer ciertas", apuntan desde la Dirección de Doctrina Orgánica y Materiales (DIDOM) de MADOC.
Ejercicio de artillería
Además, pueden construirse más alucinaciones a partir de una original, desencadenando en respuestas falsas que pueden inducir a errores graves, más cuando se trata de una herramienta de carácter militar.
"No obstante, no son éstos los únicos aspectos en los que se está trabajando", explican. Desde el Ejército de Tierra también buscan mejorar la eficiencia en otros ámbitos.
Por ejemplo, "se está profundizando en el hecho de que la búsqueda que se haga no sea sólo por palabras, sino también atendiendo al sentido y al contexto de lo que se está pidiendo". Esta característica es clave en escenarios complejos, aunque las IA actuales más populares no consiguen afinar en esta función.
"Gracias a esa búsqueda por términos y semántica, el producto es conjunto de resultados más adecuados y con más valor", señalan desde el DIDOM.
Entre las aplicaciones del proyecto Gonzalo en las que trabaja el Ejército, destacan la obtención de documentación, la transcripción de audios, la traducción o la gestión de imágenes, entre otras.
Con ello lograrán "dar apoyo al planeamiento operativo o sacar información de tablas, ayudando a generar Pliegos de Prescripciones Técnicas, favoreciendo el mantenimiento predictivo". En una institución como el Ejército, contar con herramientas capaces de detectar con antelación los trabajos de mantenimiento sería crítico, ya que ayudaría a incrementar de forma notable la disponibilidad de los medios.
Militares españoles durante un ejercicio en Menorca
De igual modo, afirman desde Tierra, también trabajan en la fragmentación de los textos por párrafos, logrando que los documentos no sean tan extensos, mejorando la eficiencia y la calidad, y permitiendo darle al usuario la información sobre el origen del resultado que se le ha presentado.
En la actualidad, Gonzalo se encuentra en "pleno desarrollo". Ya se han establecido algunos grupos de trabajo heterogéneos y diversas herramientas colaborativas para continuar con su implementación en diversos casos de uso.
"Sin duda, Gonzalo, llamado así en honor del Gran Capitán, promete ser una herramienta de gran utilidad, que incorporará la inteligencia artificial como elemento de ventaja en las operaciones militares de las Fuerzas Armadas españolas".
