Las claves
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El plan de paz de Donald Trump para la Franja de Gaza sigue revelando algunos detalles. La Administración estadounidense ya ha enviado a varios miembros del Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución sobre el despliegue de una fuerza internacional de seguridad en el enclave palestino. Según este borrador, las tropas empezarían a operar sobre el terreno desde enero de 2026 por un periodo de al menos dos años y una de sus funciones sería garantizar la desmilitarización de Hamás.
La copia del documento, etiquetado como "sensible pero no clasificado", ha sido filtrada al portal digital Axios. Según se recoge en el borrador, Estados Unidos y otros países dispondrían de un amplio mandato para gobernar Gaza a través de la "Junta de Paz" presidida por el propio Trump y que buscaría garantizar la seguridad en el enclave palestino hasta finales de 2027, con la posibilidad de extensiones posteriores.
De momento se trata tan solo de un borrador que será negociado en los próximos días entre los miembros del Consejo de Seguridad con el objetivo de votar su aprobación en las próximas semanas y de desplegar las primeras tropas en Gaza a partir de enero.
Edificios en ruinas en Ciudad de Gaza.
La llamada Fuerza de Seguridad Internacional (ISF, por sus siglas en inglés) funcionaría como una fuerza encargada de hacer cumplir la ley, no como una fuerza de mantenimiento de la paz, implicaría a tropas de distintos países aliados y se establecería en coordinación con la Junta de Paz.
El borrador estipula que la ISF tendría la labor de asegurar las fronteras de Gaza con Israel y Egipto, proteger a los civiles y los corredores humanitarios y adiestrar a una nueva fuerza policial palestina, con la cual colaboraría en el cumplimiento de su misión. Países como Egipto, Indonesia , Azerbaiyán y Turquía han mostrado su disposición a aportar militares, pero Israel ha rechazado la participación de Ankara.
Pero la Administración Trump también pretende que las tropas internacionales se encarguen de velar por el proceso de desmilitarización de la Franja de Gaza, incluida la "destrucción y prevención de la reconstrucción de la infraestructura militar, terrorista y de ataque", así como el desarme permanente de los grupos armados no estatales. Esto incluye a la organización islamista Hamás en caso de que no entregue sus armas de forma voluntaria.
En las últimas semanas, los dirigentes de Hamás han rechazado la idea de un desarme total a pesar de las advertencias de Trump. El mandatario republicano sugirió hace unas semanas que si el grupo terrorista no entrega sus armas, "los desarmaremos, y sucederá rápidamente y tal vez de forma violenta, pero se desarmarán".
Comando unificado
Se espera que la ISF garantice la seguridad en Gaza en un periodo de transición durante el cual Israel se retirará gradualmente de otras zonas de Gaza y en el que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) emprenderá reformas que le permitan asumir el control del enclave a largo plazo.
El borrador apunta que esa fuerza se desplegaría en Gaza bajo un comando unificado "aceptable" para la Junta de Paz y tendría la potestad de "emplear todas las medidas necesarias para cumplir su mandato de conformidad con el derecho internacional, incluido el derecho internacional humanitario".
El proyecto de resolución también solicita conferir a dicha Junta de Paz la "administración de gobernanza transitoria" para establecer las prioridades y recaudar fondos para la reconstrucción de Gaza, hasta que la ANP "haya completado satisfactoriamente su programa de reformas" y cuente con la aprobación de la Junta.
El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, durante la reunión con sus homólogos de varios países árabes y persas.
Este mismo lunes, en un encuentro en Estambul que reunió a los ministros de Exteriores de Turquía, Arabia Saudí, Catar, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Pakistán e Indonesia, el canciller turco, Hakan Fidan, insistió en que la seguridad en Gaza debe estar en manos de los propios palestinos.
El proceso de alcanzar una resolución de Naciones Unidas al respecto, según reconoció, es "delicado" y se debe llevar a cabo con prudencia, ya que primero debería consensuarse un borrador y se debe conseguir que ninguno de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad -China, EEUU, Francia, Reino Unido y Rusia- lo vete.
Desde la entrada en vigor del acuerdo de alto el fuego el pasado 10 de octubre entre Hamás e Israel, al menos 238 palestinos han muerto en la Franja de Gaza, según informó este lunes el Ministerio de Sanidad gazatí. Además, otras 600 personas han resultado heridas en ataques israelíes.
