Al menos ocho personas, entre ellas cuatro niños y un adolescente, han muerto en un bombardeo del Ejército de Israel a la oficina de Médicos del Mundo en Gaza.
Ha sido la propia ONG la que ha denunciado este ataque que ha tildado de "grave violación del derecho internacional humanitario" que, ha recordado, protege tanto a la población civil como a las organizaciones humanitarias que operan en contextos de conflicto.
Médicos del Mundo señala que, por suerte, en el momento en que un misil impactó contra su oficina, perfectamente identificada y registrada ante las autoridades militares israelíes, en el inmueble no había personal de la organización al ser festivo con motivo de la celebración del Eid.
"Como sucedió en ocasiones anteriores con ataques israelíes, el equipo de la organización no recibió ningún aviso previo que permitiera evacuar el edificio o tomar medidas de protección para posibles ocupantes", denunció Médicos del Mundo en un comunicado.
La ONG reprocha que tras el ataque, la Oficina de Coordinación y Liaison (CLA), responsable de autorizar y coordinar los movimientos del personal humanitario dentro de la Franja de Gaza, no ha proporcionado ninguna explicación de lo sucedido.
La oficina de Médicos del Mundo está situada en Deir El Balah, una zona que alberga numerosas oficinas de organizaciones no gubernamentales y que hasta ahora había permanecido relativamente fuera de los bombardeos y zonas de destrucción en Gaza.
Esta área también está acogiendo a poblaciones desplazadas del norte de la Franja y de la zona de Jan Yunis, lo que subraya la importancia humanitaria de la oficina de Médicos del Mundo en el enclave.
Más de 200 trabajadores humanitarios muertos
No es la primera vez que el Ejército de Israel ataca instalaciones o a personal de ONG que operan en la Franja, lo que unido a las restricciones y obstáculos impuestos por Tel Aviv ha tenido consecuencias devastadoras para el reparto de la ayuda humanitaria y la protección de civiles.
El 1 de abril de 2024, un dron israelí atacó un convoy de la ONG World Central Kitchen, matando a siete trabajadores humanitarios de diversas nacionalidades (australiana, británica, polaca, estadounidense, canadiense y palestina).
Los vehículos estaban claramente identificados y sus movimientos coordinados con el ejército israelí. El ataque se produjo en una “zona no conflictiva” tras repartir alimentos, lo que llevó a la suspensión de las operaciones de la ONG en Gaza.
El propio primer ministro Benjamin Netanyahu reconoció la autoría del ataque y lo calificó de “no intencionado”, aunque la comunidad internacional y la propia ONG lo consideran un ataque inaceptable contra la ayuda humanitaria.
Más de 200 trabajadores humanitarios han muerto en Gaza desde el inicio de la ofensiva, incluidos 174 de agencias de la ONU (la mayoría de UNRWA), cinco de Médicos Sin Fronteras, 14 de la Media Luna Roja Palestina y otros de organizaciones como Handicap Internacional, cuya sede fue destruida en un bombardeo israelí a pesar de haber comunicado sus coordenadas.
La UNRWA, por su parte, denuncia más de 150 instalaciones atacadas y maltratos a su personal en centros de detención israelíes.
ONG como Médicos del Mundo, Oxfam, Islamic Relief y ActionAid denuncian que Israel ha restringido y negado sistemáticamente el acceso y la entrega de ayuda humanitaria, incluso tras la sentencia de la Corte Internacional de Justicia que exigía proteger a la población palestina de daños irreparables.
Desde marzo de 2025, no entra ayuda humanitaria en Gaza, y los camiones permanecen bloqueados en la frontera. Israel ha propuesto repartir la ayuda a través de sus propios centros de control militar, lo que las ONG consideran un mecanismo de control y desplazamiento de la población palestina.
Se han documentado además ataques directos a centros de distribución de ayuda, como el ocurrido en Rafah el 13 de marzo de 2024, donde un bombardeo israelí mató a un trabajador de la UNRWA e hirió a otros 22, a pesar de que las coordenadas del centro habían sido proporcionadas previamente al ejército. Convoyes de ayuda de la ONU también han sido atacados o dañados por bombardeos mientras esperaban en controles militares israelíes.
El 1 de junio de 2025, un ataque de tanques israelíes cerca de un centro de ayuda humanitaria en Rafah dejó al menos 31 muertos y 150 heridos entre civiles que esperaban alimentos, según médicos y residentes locales.
Por todo ello, las ONG denuncian un patrón de ataques, obstrucción y criminalización de su labor humanitaria por parte de Israel durante la guerra de Gaza, con consecuencias letales para trabajadores humanitarios y la población civil que depende de su asistencia.