Cientos de toneladas de ayuda humanitaria para la población de Gaza regresan a Chipre tras el ataque israelí que acabó con la vida de siete cooperantes de la ONG World Central Kitchen, según informaron este martes funcionarios chipriotas. La organización fundada por el chef español José Andrés, con sede en Washington, había afirmado anteriormente que interrumpiría su trabajo en el asediado enclave palestino. 

El ataque del ejército israelí se produjo después de que miembros del personal de WCK terminaran de descargar 100 toneladas de ayuda alimentaria de una barcaza que zarpó de Larnaca (Chipre) el 30 de marzo. Otro buque, el Jennifer, aún cargado con 240 toneladas de alimentos, regresó a Chipre con la barcaza vacía, un barco de salvamento y un remolcador después de que la organización suspendiera sus operaciones. 

"Sólo consiguieron descargar la barcaza", declaró a Reuters un funcionario chipriota. "Se entregó un tercio (de la carga de ayuda) y dos tercios están regresando". El ministro chipriota de Asuntos Exteriores, Costantinos Kombos, explicó que el ataque se produjo a 12 kilómetros de la zona de desembarco de la ayuda, un embarcadero improvisado creado por la organización benéfica. 

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Los cooperantes acababan de terminar un turno a mitad del proceso de descarga, que debía reanudarse a primera hora del martes, según el ministro chipriota. "Esto es algo que ahora se ha congelado y desde que la WCK ha hecho el anuncio, abandonarán la zona para volver, reagruparse y ver y evaluar cuáles son los siguientes pasos", dijo Kombos. Desde el inicio de las hostilidades, Chipre ha desempeñado un papel fundamental en el establecimiento de una ruta marítima a Gaza al ofrecer un proceso de control de seguridad rápido en la isla supervisado por Israel. 

Tel Aviv ha sido acusada en reiteradas ocasiones de bloquear la entrada humanitaria en la Franja por las Naciones Unidas y diferentes organizaciones benéficas. Un informe publicado por Refugees International señaló a las autoridades israelíes por erigir “obstáculos innecesarios, procesos logísticos complicados y un sistema de investigación de antecedentes impredecible, lo que hace que el régimen de inspección sea abrumadoramente oneroso, con capas de burocracia e inspección y horarios de trabajo limitados”. 

La semana pasada, la Corte Internacional de Justicia ordenó a Israel tomar todas las medidas necesarias y efectivas para asegurar el suministro de alimentos básicos a la población palestina en el enclave y detener la propagación de la hambruna. En respuesta, funcionarios israelíes han acusado a Naciones Unidas y otros organismos internacionales de "fracaso" en la distribución de ayuda a la población hambrienta de Gaza, argumentando que existe una carencia de capacidad logística para llevar a cabo su labor.