La comunidad internacional reaccionó de inmediato ante la escala bélica entre Israel y Palestina, después de que la organización terrorista Hamás lanzara a primera hora un ataque con cerca de 5.000 cohetes. De igual modo, según detalló Hamás, milicianos de la organización habrían penetrado al mismo tiempo en la frontera israelí, tomando a ciudadanos israelíes como rehenes.

La Liga Árabe, integrada por 22 Estados, advirtió en un comunicado que "el ciclo de enfrentamientos armados entre palestinos e israelíes aleja a la región de cualquier oportunidad real de lograr la estabilidad o la paz en un futuro próximo". El secretario general del organismo panárabe, Ahmed Abulgheit, llamó a "frenar inmediatamente las operaciones militares en Gaza", tras recordar que "había advertido repetidamente de que la adopción por Israel de políticas violentas y extremistas equivale a una bomba de tiempo".

Los países árabes pidieron el cese inmediato de la escalada entre Israel y las milicias palestinas de Gaza, objetivo por el que Egipto dijo que mantiene contactos a nivel internacional. En paralelo, Irán y los grupos chiíes pro iraníes -el libanés Hezbolá y los hutíes del Yemen- manifestaron abiertamente su apoyo a las milicias palestinas contra el Estado judío. Rusia, país que no reconoce a Hamás como organización terrorista, pidió "un alto al fuego inmediato y el comienzo de un proceso de negociación".

Acuerdos de Abraham

Los Acuerdos de Abraham, promovidos por Estados Unidos, durante la Administración del entonces presidente Donald Trump, se firmaron el 15 de septiembre de 2020 después de sendas negociaciones a tres bandas entre Israel, Emiratos Árabes Unidos, Baréin. Posteriormente, en octubre de ese mismo año, se unieron también Marruecos y Sudán. Este acuerdo marcó un punto de inflexión en la geopolítica de Oriente Próximo.

Gracias a ello, EEUU formalizó el reconocimiento de la soberanía marroquí sobre el Sahara. El paso de mayor envergadura fue el pasado julio, cuando Israel reconoció la soberanía de Rabat sobre el Sahara Occidental, territorio controlado en un 80% por Marruecos y reivindicado por los saharauis del Frente Polisario.

Marruecos

Marruecos expresó su "profunda preocupación por el deterioro de la situación y el estallido de acciones militares en la Franja de Gaza" y pidió el "cese inmediato de todos los actos de violencia" para "evitar toda escalada que socave las posibilidades de paz en la región".

El Ministerio de Exteriores marroquí expresó en el comnunicado que Marruecos "lleva tiempo advirtiendo de las repercusiones del estancamiento político para la paz en la región y de los peligros de un aumento de las tensiones".

Y, además recordó que el país alauí, cuyo rey Mohamed VI preside el Comité Al Qods (Jerusalén en árabe) -una organización islámica que defiende el carácter árabe y musulmán de esta ciudad sagrada-, defiende que "el enfoque del diálogo y las negociaciones sigue siendo la única manera de alcanzar una solución global y duradera a la cuestión palestina".

Bahréin

El Reino de Bahréin expresó mediante un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores que "sigue de cerca los acontecimientos que tienen lugar entre los grupos palestinos y las fuerzas israelíes", destacando la imperante necesidad de "una reducción de la tensión entre todas las partes para preservar la vida de las personas".

El Ministerio de Asuntos Exteriores adviertió que "la continuación de la violencia obstaculizará los esfuerzos destinados a lograr una paz justa y duradera en Oriente Próximos" y pidió a la comunidad internacional que "asuma su papel para poner fin al conflicto armado y proteger a los civiles en consonancia con las normas internacionales y el derecho humanitario".

El Estado del Golfo hizo hincapié en la necesidad de "establecer el Estado palestino de acuerdo con la solución de dos Estados y otras resoluciones de legitimidad internacional".

Emiratos Árabes Unidos

Emiratos Árabes Unidos, mediante un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, expresó su "gran preocupación por la escalada de violencia entre israelíes y palestinos", destacando la importancia de "detener la escalada y preservar las vidas de los civiles".

En un comunicado, el Ministerio de Asuntos Exteriores destacó que los Emiratos "pidieron ejercer la máxima moderación y un alto el fuego inmediato para evitar graves repercusiones".

En ese sentido, el Ministerio expresó que los Emiratos, como miembro no permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, insta a la comunidad internacional a reactivar el camino hacia proceso de paz árabe-israelí, y aumentar todos los esfuerzos para lograr una paz justa e integral.

Egipto

Egipto, firmante de la paz en 1979 con Israel y mediador clave entre este país y Palestina, dijo que mantiene "contactos intensos" que "se centran en partes internacionales influyentes para garantizar esfuerzos unificados y consistentes y prevenir que la situación esté fuera de control".

El ministro egipcio de Exteriores, Sameh Shokri, abordó "los esfuerzos para frenar la escalada" con sus homólogas de Francia y Alemania, Catherine Colonna y Annalena Baerbock, respectivamente, así como con el alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, según sendos comunicados de su departamento.

Shokri mantuvo contactos similares con sus homólogos de Jordania, Ayman al Safadi, y Emiratos Árabes Unidos, Abdala bin Zayed, cuyos países firmaron la paz con Israel en 1994 y 2020 (mediante los Acuerdos de Abraham) respectivamente.

Egipto, entre otros actores, como Catar, lideró los esfuerzos de mediación en mayo pasado para una tregua entre Israel y las milicias palestinas de Gaza tras cinco días de una intensa escalada que dejó al menos 35 muertos, la inmensa mayoría gazatíes, así como cuantiosos daños en el empobrecido enclave.

Rusia

Rusia -aliada de Irán- expresó su más seria preocupación por la agravación del conflicto, según dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, Maria Zakharova, en su cuenta de X.

"Pedimos a las partes palestina e israelí que apliquen un alto el fuego inmediato, renuncien a la violencia, ejerzan la moderación necesaria y establezcan, con la asistencia de la comunidad internacional, un proceso de negociación encaminado a establecer una paz amplia, duradera y largamente esperada en el Medio Oriente", dijo en un comunicado.

Irán, Catar, Irak, Yemen y Libia

Catar, principal apoyo árabe a los palestinos, responsabilizó hoy por su parte "únicamente a Israel" de la nueva escalada debido a "sus continuas violaciones de los derechos del pueblo palestino", si bien pidió a las dos partes ejercer "la máxima contención".

Postura similar expresó el Gobierno iraquí, liderado por el primer ministro chií Mohamed Shia al Sudani, al considerar que "las operaciones que hoy lleva a cabo el pueblo palestino son un resultado natural de la opresión sistemática a la que ha sido sometido a manos de la ocupación sionista". Llamó también a que la Liga Árabe celebre una reunión de emergencia "para discutir la peligrosa situación en los territorios palestinos", ya que "afectará la estabilidad de la región".

Irán, un país no árabe pero que lidera el islam chií, ha sido el más radical. El Gobierno "felicitó a la gran nación Palestina y a todos los grupos antisionistas por la operación 'Tormenta de Al Aqsa'", lanzada por Hamás contra Israel, según la agencia de noticias iraní ISNA. El grupo chií libanés Hezbolá también pidió, en un comunicado, apoyo "árabe e islámico" a las milicias palestinas, e instó a los grupos de "la resistencia" a "una unidad de campo con sangre, palabra y obra" contra el Estado judío.

Los partidarios iraníes de Hezbollá ondean banderas palestinas durante una celebración de los ataques de Hamas contra Israel, para expresar solidaridad con los palestinos en la Franja de Gaza. EFE

En Yemen, los rebeldes hutíes chiíes, que desde 2014 controlan Saná y amplias regiones del norte y centro del país, convocaron una manifestación de miles de sus simpatizantes en la capital yemení, para mostrar su apoyo a Hamás.

Por su parte, el primer ministro libio, Abdelhamid Dbebiba, responsabilizó "a la ocupación israelí por las consecuencias de la reacción de la resistencia (palestina) a las incursiones en curso en la Mezquita de Al Aqsa (en Jerusalén Este ocupado)". Dbebiba llamó la comunidad internacional a detener "las flagrantes violaciones de la ocupación (Israel)", para poner fin "a este sangriento conflicto", dijo.