2020 fue el año del coronavirus y, con toda previsión, 2021 será el de las vacuna. En la carrera de fondo por lograr la inmunidad frente al virus, hay un país que ha tomado una velocidad de vértigo: Israel, que ya ha administrado la primera dosis de la vacuna a más de un millón ciudadanos, un 12% de su población.

"¡Campeones del mundo! Continuaremos así y seremos los primeros en emerger de la pandemia, abrir nuestra economía y volver a la vida", dijo el pasado miércoles el primer ministro, Benjamín Netanyahu, tras anunciar que solo en la jornada previa "más 150.000 israelíes fueron vacunados".

En los primeros momentos, el Gobierno anunció que podría vacunar a unas 60.000 personas al día, una cifra que elevó más tarde a 82.000. El calendario que maneja apunta a que a finales de enero más del 25% de la población esté vacunada. La inmunidad completa podría llegar la próxima primavera, según estas expectativas. 

Centro de vacunación en Israel. Reuters

A favor juega la actitud de la población: las reticencias ante la inyección han quedado aparcadas y miles de israelíes están esperando ansiosos la inoculación. Tanto es así que si el ritmo continúa, el país podría quedarse sin vacunas alrededor del próximo 10 de enero, lo que obligaría a suspender la campaña unas tres semanas, hasta que a principios del mes de febrero lleguen tres millones de dosis de Pfizer más.

Con todo, los números son favorables para los planes del Gobierno: entre marzo y abril, el país recibirá una nueva remesa con tres millones de dosis más, por lo que a comienzos de primavera podrían haber recibido a diez millones, suficiente para inocular a cinco millones de personas -se requieren dos dosis-. Israel tiene nueve millones de habitantes y los menores, por el momento, no serán inoculados.

El país comenzó a administrar las dosis el pasado 19 de diciembre y, desde entonces, vacuna a unas 150.000 personas por día. Según el portal Our World in Data, la tasa de vacunación es de 11,55 dosis por cada 100 habitantes.

Operación Latet Katef

A menos de dos semanas desde que comenzara denominada Operación Latet Katef -así han llamado a la campaña de vacuna, un eslógan que se podría traducir como "arrimar el hombro"-, se han inoculado más de un millón de dosis, más del 40% a mayores de 60 años, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad del país.

Según el plan previsto, los primeros en ser vacunados serán los trabajadores sanitarios, las personas con más de 60 años y los grupos de riesgo. Aun así, también se han administrado dosis a profesores con el objetivo de retomar la normalidad en un país al que, pese a los progresos en la vacunación, la evolución epidemiólogica no le acompaña

Un sanitario ajustando un EPI en Israel. Reuters

En medio del tercer confinamiento -fue decretado el pasado día 26-, los contagios en Israel continúan al alza, con más de 5.000 casos diarios. El pasado día 1, el departamento nacional de Sanidad notificó 5.253 nuevos positivos entre los cerca de 97.0000 test que se hicieron. Hasta entonces, había 639 pacientes graves, 165 de ellos conectados a respiradores.

El Gobierno espera que el efecto de la vacunación se empiece a manifestar en los datos de morbilidad dentro de alrededor de un mes y medio. La cifra total de muertos desde marzo se eleva a 3.314.

Le siguen, muy por debajo, Baréin -cuya población apenas llega a los 1,5 millones de habitantes-, con 3,45 personas vacunadas por cada 100 habitantes y Reino Unido -que fue uno de los primeros en empezar a administrar dosis- con 1,47 por cada 100. En términos absolutos, Israel es el tercer país del mundo que más dosis ha inoculado -empatando con Reino Unido-, solo por detrás de China (4,5 millones de dosis) y Estados Unidos (2,79 millones).