Simbólica victoria en la guerra contra el Estado Islámico. Las fuerzas iraquíes han retomado el control de la Gran Mezquita de Mosul este jueves, coincidiendo con la proclamación hace justo tres años del autodenominado califato. 

"Su estado ficticio ha caído", ha declarado un portavoz del Ejército iraquí en la televisión estatal. El primer ministro Haider al-Abadi ha "dado instrucciones" para que concluya la operación de reconquista, según apunta Reuters.   

El templo de Al Nuri, el el casco viejo de la ciudad iraquí, había sido volado por los propios yihadistas la semana pasada en una jugada que muchos analistas interpretaron como una admisión de la derrota. Las fuerzas del Estado Islámico están acorraladas en Mosul y las autoridades de Irak y la coalición internacional liderada por EEUU espera la liberación total de la ciudad en las próximas fechas. 

El avance de las tropas iraquíes, que estaban a tan sólo 50 metros de la mezquita cuando fue destruida, es una de las principales razones de su desaparición. “La han volado porque no querían que el lugar donde Al Baghdadi proclamó el califato se convirtiera en un símbolo de la victoria de los militares de Irak”, analizaba el exasesor gubernamental Hisham al-Hashimi.

"Desde la perspectiva militar el Daesh está acabado", ha indicado el general al-Assadi, al mando de la unidad antiterrorista. Según el Ejército de Irak, la zona que controlan los terroristas es de sólo dos kilómetros cuadrados y esperan que la batalla por la reconquista de la ciudad termine en los próximos días.

La caída de Mosul, capital iraquí del autoproclamado califato, sería el golpe más duro asestado a Estado Islámico. Entretanto, en Siria, las fuerzas rebeldes respaldadas por Estados Unidos han lanzado una ofensiva sobre Raqa, principal feudo del grupo yihadista.

 

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