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La Policía de París ha detenido al último presunto autor del peliculesco robo de joyas en el Museo del Louvre. Se trata de un hombre con antecedentes que sería el cuarto integrante del grupo de hombres que llevó a cabo el audaz hurto, utilizando una grúa elevadora para colarse en el museo más visitado del mundo y a plena luz del día.
Según informa el diario Le Parisien, el sospechoso se encuentra bajo custodia policial acusado de los delitos de robo organizado y asociación ilícita. Los cuatro miembros del grupo que llevaron a cabo el robo en la Galería de Apolo del Louvre son originarios o residentes en la comuna de Aubervilliers. La Fiscalía de París ha informado pocos minutos después que en la misma operación se han detenido a otros tres individuos de su entorno.
La fiscal de París, Laure Beccuau, ha detallado en un comunicado que los individuos arrestados son dos hombres de 38 y 39 años y dos mujeres de 31 y 40. Uno de los varones, cuyo nombre todavía no ha trascendido, sería el cuarto miembro del comando que llevó a cabo el robo, mientras que el otro detenido varón es su hermano.
Así fueron los siete minutos del robo en el Louvre.
La identidad de los detenidos ha sido posible descifrarla gracias a las huellas y trazas de ADN detectadas en una de las motocicletas que el grupo utilizó en la fuga y en una de las dos vitrinas que se rompieron para robar las joyas, así como en algunos de los objetos abandonados. Hasta ahora los tres identificados son Abdoulaye N., un exvigilante del Louvre, Ayed G. y Slimane K. Se investiga todavía quién fue el cabecilla de la operación.
Fingiendo ser unos operarios, los ladrones accedieron al museo el pasado 19 de octubre a primera hora de la mañana gracias a una grúa robada que los elevó hasta un balcón, desde donde entraron en la sala de la que se llevaron ocho joyas de la Corona francesa valoradas en 88 millones de euros y de un valor patrimonial incalculable. Las piezas sustraídas siguen en paradero desconocido.
Dos de los detenidos, según han podido reconstruir los investigadores gracias a las cámaras de seguridad, llevaban chalecos amarillos para hacerse pasar por obreros y penetraron en la galería a las 9.34 horas.
Cuatro minutos más tarde bajaron por la misma grúa y huyeron de forma precipitada ante la llegada de la Policía y de miembros de la seguridad del museo, lo que les impidió llevar a cabo su plan de incendiar la grúa. A continuación se subieron a dos motocicletas donde les aguardaban sus cómplices y se dirigieron a un lugar de la ciudad donde tenían aparcados otros vehículos, en los que pusieron rumbo al este de París.
