Las claves
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Los liberales progresistas de Demócratas 66 (D66) están a un paso de arrebatar la primera posición a la ultraderecha del Partido por la Libertad (PVV) de Geert Wilders en las elecciones legislativas anticipadas celebradas este miércoles en Países Bajos, según las proyecciones de la radiotelevisión pública NOS y la cadena RTL Nieuws.
Con más del 99% de los votos escrutados, sin embargo, la extrema derecha obtiene una ligera ventaja sobre la formación proeuropea que lidera el joven Rob Jetten, que reconoció esta misma mañana que "la situación es extremadamente tensa y esperamos en las próximas horas, o incluso días, conocer el resultado definitivo".
De momento, el D66 y el partido de Wilders siguen empatados a 26 escaños. La diferencia es mínima. Un puñado de votos puede acabar decidiendo el resultado, pero el centro tiene algo más encarrilado el triunfo. La sorpresa sería mayúscula porque los liberales progresistas ganarían las primeras elecciones parlamentarias de su historia.
Pero el recuento sigue su curso. Quedan sin escrutar, por ejemplo, unos 86.500 votos en Ámsterdam. El resultado definitivo en la capital no se oficializará hasta la noche del viernes, aunque el D66 cuenta con el apoyo del 23,4% de sus votantes, frente al 7,3% del PVV.
"Mientras no haya un 100% de claridad al respecto, ningún explorador del D66 [encargado de las conversaciones iniciales] puede comenzar su trabajo", declaró a primera hora el propio Wilders. "Haremos todo lo posible para evitarlo", zanjó.
Jetten, que subió como la espuma en los sondeos en la semana previa a la votación, tiene todas las papeletas para convertirse en el próximo primer ministro en sustitución del independiente Dick Schoof, que seguirá gobernando en funciones hasta la formación del próximo gabinete.
Y es que, aunque revalide la primera plaza, Wilders no tendría opciones de articular una nueva coalición. Las principales formaciones políticas lo excluyeron de cualquier pacto después de hacer saltar por los aires el último Gobierno el pasado mes de junio.
Jetten se muestra optimista, pero quiere esperar al final del recuento porque será el ganador quien reciba primero el encargo de formar gobierno. Después de conducir a su partido hacia el mejor resultado de su historia, el líder del D66 celebró en la noche del jueves que "millones de neerlandeses" hubieran pasado "la página" de Wilders. “Dijeron adiós a la política de la negatividad y del odio", remató.
A sus 38 años, Jetten puede convertirse en el primer jefe de Gobierno abiertamente homosexual en la historia de Países Bajos. ¿Cuáles son las claves de su triunfo? "Su D66 se ha desplazado un poco hacia la derecha en lo sociocultural y sigue una estrategia atrapalotodo", explicaba en conversación con este periódico Stijn van Kessel, profesor de Política Comparada en la Universidad Queen Mary de Londres.
Otro de los ganadores de estos comicios es el también liberal Partido Popular por la Libertad y la Democracia (VVD) de Dilan Yeşilgöz, que, como el D66, forma parte de la familia de Renew en el Parlamento Europeo.
La sucesora de Rutte a la cabeza de los liberales conservadores pierde dos escaños en comparación con los últimos comicios, pero se mantiene como la tercera fuerza más votada del país. Resiste contra todo pronóstico ante la fuerte caída del PVV de Wilders, que perdería once escaños.
La capacidad de supervivencia de las siglas del VVD coloca a la formación como hacedora de reyes. Yeşilgöz tendrá en su mano decidir el color de la próxima coalición de gobierno. Un Gobierno en el que tendrá un asiento reservado la Llamada Demócrata Cristiana (CDA) de Henri Botenbal.
El partido conservador, miembro del Partido Popular Europeo (PPE), quedó en quinto lugar después de obtener trece escaños más que en noviembre de 2023. Botenbal protagonizó otro ascenso meteórico tras una campaña centrada en la crisis de la vivienda y en la defensa del clima.
El principal damnificado, más allá de Wilders, es el bloque de laboristas y ecologistas encabezado por el excomisario europeo Frans Timmermans, que perdió cinco escaños. Resignado, el líder de PvdA-GroenLinks, que aspiraba a ser el próximo primer ministro, anunció su dimisión en la noche del miércoles.
Duras negociaciones
Antes o después, Jetten recibirá el encargo de alcanzar la cifra mágica de 76 escaños en la Cámara de Representantes de La Haya. ¿Cómo lo hará? Pactando con otras cuatro formaciones en una serie de negociaciones que prometen extenderse durante semanas.
El proceso comienza cuando el ganador de los comicios propone al presidente del Parlamento el nombre de un explorador o scout, el encargado de determinar qué formaciones pueden articular una coalición en base a la aritmética parlamentaria.
Cuando el scout lleva a cabo su tarea, pasa el testigo al informateur, una figura de consenso que conduce las negociaciones y elabora un acuerdo de coalición preliminar.
Si las negociaciones tienen éxito, el informateur presenta el acuerdo de coalición definitivo y nombra al formateur, que suele ser el primer ministro. Es este quien formaliza el resto de los nombramientos del Gabinete. El proceso finaliza con la tradicional visita de los ministros al rey.
El récord de duración de unas negociaciones de coalición está en 299 días. Las últimas, pilotadas por el PVV de Wilders, duraron 223, algo más de siete meses.
En esa coalición liderada por la ultraderecha participó el VVD de Yeşilgöz, el Nuevo Contrato Social (democristiano) y el Movimiento Campesino-Ciudadano (populista agrario). Estas dos últimas formaciones fueron duramente castigadas este miércoles en las urnas.
