Donald Trump ha hecho su aparición estelar ante el rey Carlos III de Inglaterra desde un helicóptero militar. Ha sido esta mañana de miércoles cuando el presidente de Estados Unidos ha aterrizado frente al Castillo de Windsor, situado al oeste del centro de Londres, para iniciar su segunda visita de Estado al Reino Unido.
Acompañado por la primera dama, Melania Trump, ha sido recibido a pie del helicóptero por los príncipes de Gales, Guillermo y Catalina, con quienes se ha dirigido en carruaje al edificio donde esperaban los monarcas. La ruta ha estado flanqueada por 1.300 militares británicos.
Tras los saludos, el rey Carlos III y Trump han iniciado un extenso paseo por los jardines del Castillo, sin público presente y bajo estrictas medidas de seguridad, implementadas para evitar que el encuentro se vea afectado por las protestas programadas en Londres convocadas por "Stop the Trump Coalition".
Desde primera hora, decenas de personas se han concentrado en las inmediaciones gritando consignas como "Fuera Trump" o "Vete a casa". Se espera otra gran manifestación cerca del Parlamento británico, por lo que se han desplegado unos 1.600 agentes, según recoge Reuters.
La organización responsable es la misma que, durante la primera visita de Trump en 2018, lanzó un globo dirigible del mandatario vestido de bebé sobre el Parlamento. En esta ocasión, sin embargo, "el tono de la protesta es diferente", explicaba una de las organizadoras, Sahista Aziz, a The Guardian. "La idea es que la gente se una para compartir su ira y rabia contra un sistema político fallido, no solo en Gran Bretaña, sino también en Estados Unidos".
Donald Trump saluda durante el himno nacional junto a la primera dama Melania Trump , el rey Carlos de Gran Bretaña y la reina Camila mientras asisten a una ceremonia de bienvenida durante la visita de estado de Trump , en el Castillo de Windsor.
Aziz también explicaba al rotativo británico que muchos querían expresar su furia por la invitación a Donald Trump a una segunda visita de Estado sin precedentes (con una ceremonia militar sin precedentes), mientras los palestinos siguen muriendo en Gaza. El martes, la policía detuvo a cuatro personas que proyectaron imágenes de Trump junto al depredador sexual Jeffrey Epstein en la fachada de una de las torres del Castillo de Windsor.
Encuentro con Starmer
Trump es un declarado admirador de la monarquía británica. Y el actual primer ministro, Keir Starmer, buscará aprovecharse de ese vínculo para fortalecer la "relación especial" entre ambos países durante una reunión el jueves.
El Gobierno británico pretende profundizar la cooperación económica, asegurar miles de millones en inversiones, negociar aranceles y presionar a Trump sobre Ucrania e Israel, según Reuters. "Estoy aquí también por el tema comercial. Quieren mejorar el acuerdo y veremos si conseguimos un trato mejor", reconoció Trump antes de salir de la Casa Blanca.
Keir Starmer, primer ministro del Reino Unido.
Aunque Starmer confía en el atractivo de la monarquía para influir en Trump, enfrenta varios desafíos. Y es que, según las encuestas, el presidente de EEUU es muy impopular en Reino Unido, por lo que el premier, que enfrenta una crisis económica nacional y una caída de su popularidad, deberá demostrar que esta estrategia política da sus frutos.
Además, durante la conversación podrían surgir incómodas preguntas sobre Jeffrey Epstein. Sin ir más lejos, la semana pasada, Starmer destituyó a Peter Mandelson como embajador en Washington por sus vínculos con Epstein, que fue amigo de Trump.
