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"Hoy puedo decir que estamos preparados", ha proclamado el presidente francés, Emmanuel Macron, tras la cumbre este jueves en París de los 34 jefes de Estado y de Gobierno de la coalición de países 'dispuestos' a mantener hasta el final su apoyo a Ucrania ante la guerra de agresión de Rusia.

En rueda de prensa conjunta con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, Macron ha asegurado que los miembros de la coalición han cerrado ya un plan concreto sobre las "garantías de seguridad" que prestarán a Kiev si hay tregua con el objetivo de evitar un nuevo ataque del Kremlin.

El plan prevé el despliegue en territorio de Ucrania de una "fuerza de disuasión" multinacional, que estaría compuesta fundamentalmente de tropas europeas y que contaría en última instancia con el respaldo de Estados Unidos.

Sin embargo, los detalles de este plan siguen siendo muy vagos, los países europeos están divididos sobre el envío de soldados a Ucrania y Donald Trump oscila entre las amenazas y el acercamiento a Vladímir Putin. Mientras, el presidente ruso finge hablar de paz con Trump mientras intensifica los ataques a Kiev.

Entre los grandes, sólo Francia y Reino Unido han confirmado que están realmente 'dispuestos' a aportar "tropas sobre el terreno", mientras que Italia y Polonia lo descartan de plano y Alemania y España no acaban de definirse.

Lo que está claro

EL EJÉRCITO UCRANIANO, EN PRIMERA LÍNEA. El primer pilar de las garantías de seguridad -el "más importante e indispensable", en palabras de Macron- es el refuerzo del Ejército de Ucrania, de modo que pueda no solo resistir cualquier nuevo ataque, sino también disuadir al Kremlin de toda nueva agresión.

Eso significa seguir enviando todo tipo de armamento a Kiev, apoyar la industria militar ucraniana y contribuir al entrenamiento del Ejército. Desde el estallido de la guerra, la UE ha formado a más de 80.000 soldados ucranianos, pero lo ha hecho fuera del territorio del país. Si se alcanza una tregua, Bruselas sopesa enviar instructores militares a Ucrania.

26 PAÍSES PARTICIPANTES. "Un total de 26 países se han comprometido a desplegar tropas en Ucrania como fuerza de garantía, o a estar presentes en tierra, en el mar o en el aire para aportar esa garantía a Ucrania el día después del alto el fuego o de la paz", ha asegurado Macron tras la reunión en París.

Eso supone un giro de guion total respecto a la situación en febrero de 2024, cuando sólo dos países -Francia y Lituania- se mostraban dispuestos a mandar soldados a Ucrania y "la atmósfera era bastante negativa", sostiene el presidente francés.

Volodímir Zelenski y Emmanuel Macron, en la rueda de prensa posterior a la cumbre de París Reuters

"Esta fuerza no tiene la voluntad ni el objetivo de librar ninguna guerra contra Rusia, sino que debe garantizar la paz y transmitir de manera muy clara una señal estratégica. Se desplegará en el marco de un alto el fuego, no en la línea de frente sino en zonas geográficas que se están definiendo, con el objetivo de prevenir cualquier nueva agresión", ha agregado.

OBJETIVO, REUNIÓN PUTIN-ZELENSKI. El objetivo a corto plazo de los aliados europeos sigue siendo forzar al presidente ruso a sentarse a la mesa de negociación. Primero en una reunión bilateral con Zelenski y luego en un encuentro tripartito al que se sumaría el presidente de EEUU para cerrar un acuerdo de paz o al menos un alto el fuego.

Lo que no se sabe

EL NÚMERO TOTAL DE TROPAS. Ni Macron ni Zelenski han querido desvelar la identidad de los 26 países que han formulado compromisos concretos en París ni el número total de tropas europeas que se desplegarán en Ucrania. El presidente de Ucrania asegura que en la lista de los 'dispuestos' están Polonia, Italia y Alemania, incluso aunque no manden soldados.

"Es nuestra línea de defensa y la de Ucrania y por eso no vamos a revelar a Rusia los detalles de nuestra organización", se ha justificado Macron. Los líderes europeos sí que conocen la letra pequeña del plan, que ha sido cerrado por los jefes de los Ejércitos y los ministros de Defensa de los países participantes, asegura el presidente francés.

Tras el encuentro, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, ha reiterado su rechazo a enviar tropas a Ucrania pero ha asegurado que Roma contribuirá "con iniciativas de vigilancia y entrenamiento fuera de las fronteras ucranianas".

LA APORTACIÓN DE ESPAÑA. Al igual que el resto de líderes, tampoco el presidente del Gobierno ha desvelado cuál será la contribución de España. Tras ser excluido de la cumbre de Washington en agosto, Pedro Sánchez tenía previsto asistir a la reunión en París, pero una avería en su avión oficial ha frustrado el viaje.

"En un momento decisivo, la Coalición de Voluntarios reafirma su apoyo a Ucrania. Estamos firmemente comprometidos con su defensa, con su futuro europeo y con una paz justa y duradera", ha escrito en su cuenta de X tras conectarse a la reunión por videoconferencia. “No vemos un despliegue de tropas españolas en suelo ucraniano”, dijo Sánchez en diciembre. No se sabe si su posición ha cambiado.

EL PAPEL DE EEUU. La gran incógnita sigue siendo si Trump proporcionará un respaldo de último recurso a la fuerza multinacional que los europeos quieren desplegar en Ucrania, una condición que han puestos algunos países, como Alemania, para participar. El presidente de EEUU ha descartado enviar tropas, pero Bruselas espera que preste apoyo aéreo y también de inteligencia a la misión.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha sido el anfitrión de la cumbre de la coalición de voluntarios por Ucrania Reuters

"En los próximos días, vamos a finalizar el apoyo americano a estas garantías de seguridad", ha asegurado Macron, que ha hablado por teléfono con Trump justo después de la cumbre de París.

Sin embargo, la Casa Blanca no ha mencionado las garantías de seguridad al dar cuenta de esta conversación. El presidente de EEUU se ha quejado de que la UE siga comprando petróleo ruso y ha pedido a los dirigentes comunitarios que aprieten las tuercas a China por financiar la maquinaria de guerra del Kremlin.

Tampoco está claro que Trump vaya a intensificar las sanciones contra Putin para obligarlo a sentarse a negociar, tal y como pretenden los líderes europeos. De momento, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ha establecido contacto con el vicepresidente norteamericano, JD Vance, para "preservar un frente unificado en materia de sanciones".