La Policía italiana ha arrestado este jueves a un ciudadano ucraniano sobre el que pesaba una orden de detención europea por organizar el sabotaje con explosivos de los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2 en septiembre de 2022.
El sospechoso, identificado como Serhii K, formaba parte de un grupo que colocó varios explosivos en ambas infraestructuras cerca de la isla alemana de Bornholm el 26 de septiembre de 2022, siete meses después de la invasión a gran escala de Ucrania de Vladímir Putin.
Él y sus cómplices habían partido de Rostock, en la costa noreste de Alemania, en un yate de vela para llevar a cabo el ataque. La embarcación había sido alquilada a una empresa alemana con la ayuda de documentos de identidad falsificados a través de intermediarios.
Las explosiones dañaron gravemente ambos gasoductos que transportaban gas entre Rusia y Alemania a través del Báltico.
Sobre el arrestado pesaba una orden de detención emitida por Alemania el pasado junio. Se encontraba en paradero desconocido después de que huyera de Polonia gracias a un chivatazo que impidió que este país ejecutara la orden de detención.
Las autoridades alemanas también sospechan de que hay otro hombre y una mujer, también ucranianos, detrás del sabotaje contra los gasoductos. Ambos son instructores de buceo. Sin embargo, Alemania aún no ha emitido ninguna orden de detención contra estos dos sospechosos.
El arrestado será extraditado a Alemania, donde comparecerá ante el Tribunal Federal de Justicia.
El misterioso sabotaje
Casi dos años después, el sabotaje de los Nord Stream sigue siendo un misterio, ya que hasta la fecha no existe consenso internacional sobre sus responsables ni se conocen todos los detalles sobre su planificación y ejecución.
Las explosiones submarinas provocadas en los Nord Stream dejaron inutilizadas tres de las cuatro tuberías que conforman el sistema de los gasoductos y provocaron al menos cuatro fugas de gas en distintas ubicaciones en el mar Báltico.
El suceso elevó la tensión entre Rusia, Ucrania y los países occidentales, agravando aún más la guerra energética entre Moscú y Bruselas.
Además, incrementó la desconfianza entre los bloques y generó nuevas investigaciones y acusaciones cruzadas sobre los posibles responsables.
Las primeras investigaciones implicaron posibles responsables tanto rusos como proucranianos. Sin embargo, informes de Inteligencia recientes han apuntado a grupos proucranianos, aunque sin pruebas concluyentes de la implicación directa del Gobierno de Ucrania ni del presidente Volodímir Zelenski.
Rusia, por su parte, ha acusado repetidamente a Estados Unidos de estar detrás del sabotaje.
