Es poco probable que el presidente ruso, Vladimir Putin, acepte el ultimátum que le lanzó el presidente estadounidense, Donald Trump, con la exigencia de que pusiera fin a la guerra de Ucrania antes de este próximo viernes a pesar de las amenazas del republicano sobre la imposición de nuevas sanciones, según informa la agencia Reuters citando a fuentes cercanas al Kremlin.
Según estas mismas fuentes, Putin ignora las peticiones de la instauración de un alto el fuego y piensa mantener su objetivo de hacerse con cuatro regiones de Ucrania en su totalidad -Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporiyia-, confiando en su victoria.
De hecho, el Estado Mayor Militar ruso ha informado a Putin que el frente ucraniano se derrumbará en dos o tres meses, lo que realmente le haría ganar la guerra ya que habría alcanzado su objetivo principal. A pesar de que Putin no quiere enfadar a Trump, sus objetivos bélicos son una prioridad.
Por otro lado, el Kremlin pone en tela de juicio que las nuevas sanciones con las que amenaza Trump si la ofensiva contra territorio ucraniano no cesa, entre ellas la imposición de aranceles del 100% a los países que compran su petróleo, vayan a tener un gran impacto en su economía. Señalan, "serían manejables".
Tras salir a la luz estas informaciones, Trump ha respondido asegurando que una bajada de los precios de la energía forzaría a Putin a detener la guerra en Ucrania porque la economía de Rusia "apesta".
"Si la energía baja lo suficiente, Putin dejará de matar gente", ha afirmado Trump durante una entrevista con la cadena CNBC. "Putin dejará de matar gente si la energía baja otros diez dólares por barril. No tendrá otra opción porque su economía apesta", ha añadido.
El teatro de Putin
El actual proceso de conversaciones para alcanzar la paz, en el que los negociadores rusos y ucranianos se han reunido tres veces desde mayo, fue un intento de Moscú de convencer a Trump de que Putin no rechazaba la paz, aseguran estas fuentes del entorno político de Putin, añadiendo que las conversaciones carecían de sustancia real aparte de las discusiones sobre intercambios humanitarios.
En estas negociaciones, Moscú demanda la retirada total de las tropas ucranianas de las cuatro regiones y la aceptación por parte de Kiev de un estatus neutral y de límites al tamaño de su ejército como líneas rojas para instaurar un alto el fuego, demandas que Ucrania rechaza.
A pesar de estas continuas negativas por parte de Rusia, el presidente estadounidense enviará a su negociador Steve Witkoff esta misma semana a hablar con el líder ruso. "Trump quiere detener la matanza, por eso amenaza a Putin con fuertes aranceles y sanciones si no acepta un alto el fuego", dijo la portavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly.
Trump, que antes de llegar al cargo afirmaba llevarse bien con Putin, en las últimas semanas ha endurecido su discurso contra él: se ha quejado de lo que llamó las "tonterías" de Putin y ha calificado de "repugnantes" los incesantes bombardeos rusos sobre Kiev y otras ciudades ucranianas.
