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Y al tercer día, rectificó. Volodímir Zelenski reconsideró este jueves su decisión de eliminar la independencia de las dos agencias anticorrupción más importantes de Ucrania, la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Especializada Anticorrupción (SAPO), símbolos del triunfo de la revolución del Maidán. Una medida contraria a sus aspiraciones de integración en la Unión Europea que, por primera vez en tres años y medio de guerra, hecho insólito, sacó a las calles a decenas de miles de ucranianos.

Sometido a una fuerte presión interna, Zelenski anunció ayer en su alocución vespertina que había aprobado “un proyecto de ley que garantiza el fortalecimiento real del sistema de aplicación de la ley en Ucrania, la independencia de los organismos anticorrupción y la protección confiable del sistema judicial contra cualquier influencia o injerencia rusa”. Un proyecto de ley “equilibrado”, según sus palabras, que envió ayer mismo a la Rada Suprema para su tramitación exprés.

“Lo más importante es que [el proyecto de ley] incluye herramientas reales, excluye cualquier vínculo con Rusia y preserva la independencia de la NABU y la SAPO”, insistió Zelenski, que había acusado a sendos organismos de dar cobijo a funcionarios vinculados a la Rusia de Vladímir Putin.

“Es importante que mantengamos la unidad. Es importante que preservemos la independencia. Es importante que respetemos la posición de todos los ucranianos y que estemos agradecidos con todos los que apoyan a Ucrania”, añadió el presidente, consciente de los riesgos que entraña un estallido social en este preciso momento.

Así, Zelenski pretende apagar la mecha del descontento que había prendido en todos los rincones del país. Disolver cuanto antes las manifestaciones espontáneas que brotaron en las plazas de Kyiv, Lviv, Dnipró, Odesa, Járkiv y otras ciudades ante lo que decenas de miles de ciudadanos ucranianos consideraron un regreso a las épocas más oscuras de la presidencia de Viktor Yanukóvich.

El mandatario ucraniano quiere, en definitiva, restañar las heridas, recuperar la confianza perdida. No sólo con los ucranianos, sino también —y sobre todo— con los aliados europeos, que verbalizaron su rechazo a la medida antes incluso de que fuera aprobada.

“El proyecto de ley que ha presentado el presidente realmente devuelve la independencia a los organismos anticorrupción”, trasladan a este periódico fuentes de la NABU. “La sociedad civil y la rápida y firme reacción de los líderes europeos y estadounidenses han tenido una gran influencia en esto”, aseguran.

Según adelantó el portavoz del Gobierno alemán, Stefan Cornelius, en las páginas de Bild, el canciller Friedrich Merz y el presidente francés Emmanuel Macron entablaron “negociaciones intensas” con Zelenski sobre la importancia de combatir la corrupción.

Del mismo modo que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Consejo, António Costa, Macron trató de convencer el martes al mandatario ucraniano de que no firmara la ley. Sin éxito. Los aliados occidentales, sin embargo, respiraron aliviados este jueves con su cambio de postura.

Miles de ucranianos protestan en Kiev contra el proyecto de ley que elimina la independencia de las dos agencias anticorrupción principales. Thomas Peter Reuters

Combatir la infiltración rusa

El nuevo proyecto de ley de Zelenski, que recibió el visto bueno de los máximos responsables de los organismos anticorrupción, restaura el estado de cosas anterior a la enmienda que salió adelante el pasado martes. Fuentes de la NABU consultadas por este periódico aseguran que la reforma de la oficina presidencial sólo introduce “pequeñas salvaguardas relacionadas con una verificación más exhaustiva para obtener el permiso de acceso a secretos de Estado”.

Según avanzó el diario ucraniano Zerkalo Nedeli, los empleados de la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) que tengan autorización para disponer de información clasificada deberán someterse a la prueba del polígrafo para comprobar que no están al servicio del Kremlin.

El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) de Vasyl Malyuk, un estrecho aliado de Zelenski conocido como “cazador de topos” por su papel en la purga de espías rusos en los primeros compases de la invasión, deberá aprobar la metodología. Pero será, en teoría, la Dirección de Control Interno, “que es como la inspección general de cada organismo”, explican fuentes de la NABU, el departamento encargado de realizar las pruebas.

El uso del polígrafo no es, desde luego, una novedad en el entramado institucional ucraniano. En concreto, la Oficina Nacional Anticorrupción realiza cada año más de 200 pruebas del polígrafo a sus empleados en el curso de las investigaciones internas o en el proceso de contratación, señalan fuentes de la agencia.

“La introducción de controles sistemáticos mediante polígrafo por parte del SBU sobre el personal de SAPO y NABU compromete la autonomía institucional de los órganos anticorrupción”, denuncia, sin embargo, el Laboratorio de Iniciativas Legislativas, un think tank con sede en Kyiv.

“Esperamos que el Parlamento apruebe la ley lo antes posible. El mayor riesgo es que la ley debe pasar por dos etapas de votación, y que entre la primera y la segunda se introduzcan enmiendas, o que la segunda etapa se retrase en el tiempo. Pero, a día de hoy, todo parece indicar que el presidente realmente está corrigiendo el error”, trasladan fuentes de la NABU.

El fiscal general, un cargo que designa directamente el presidente, no tendrá el control absoluto de las agencias anticorrupción. La propuesta le prohíbe expresamente dar órdenes a sendos organismos. Sus adjuntos tampoco podrán hacerlo. Algunas voces denuncian, sin embargo, que el Ministerio Público de Ruslan Kravchenko seguirá teniendo la capacidad de intervenir en las investigaciones.

“La lógica de la introducción de estándares de la Unión Europea era exactamente la contraria: ampliar la independencia procesal del fiscal, no regresar a los viejos modelos de supervisión de la Fiscalía”, advierte, en este sentido, el Laboratorio de Iniciativas Legislativas. También existen otros detalles del proyecto de ley que, según los expertos, no se adaptan a los estándares europeos.

¿Cómo ha cambiado el paisaje ucraniano tras el cambio de postura exprés de Zelenski? “Ahora nos exigirán aún más resultados en la lucha contra la corrupción, pero ya estamos en ello”, responden fuentes de la NABU. “El mayor daño es para los acuerdos sobre la eurointegración de Ucrania. En cuanto a la confianza en el presidente, veremos las acciones futuras”.