El Gobierno de coalición proeuropeo del primer ministro polaco, Donald Tusk, superó este miércoles en el Parlamento la cuestión de confianza, por 243 votos a favor y 210 en contra, que convocó tras la victoria el pasado 1 de junio en las elecciones presidenciales del candidato de la oposición, el conservador Karol Nawrocki.
El líder polaco reconoció que Nawrocki será "al menos igual de reacio" a sus iniciativas que el jefe del Estado saliente, Andrzej Duda, también afín a la oposición conservadora y que ha vetado varias leyes impulsadas por el Gobierno de Tusk.
"Sé cuál es el sabor de la victoria y la amargura que genera una derrota", ha dicho Tusk en un discurso ante el Parlamento. "Sin embargo, no conozco la palabra capitulación", ha aseverado, si bien la mayoría de diputados del PiS han boicoteado su intervención y han abandonado el hemiciclo.
Ante este panorama, Tusk ha anunciado una reorganización de su Consejo de ministros en julio, que incluirá "nuevas caras y un cambio en la estructura" actual, que calificó de "disfuncional al haberla heredado del PiS (Ley y Justicia)", el partido que gobernó hasta 2023.
Además, informó que en pocos días nombrará un portavoz gubernamental, figura hasta ahora ausente de su equipo, pues admitió que "quizás fue un error pensar que la verdad se defendería por sí misma".
El primer ministro ha exhortado a sus socios a que "realmente crean en que, durante dos años y medio, lograremos nuevos éxitos para nuestra patria" y dijo estar listo "para seguir liderando el trabajo de este Gobierno", a pesar de la derrota de Rafal Trzaskowski, su candidato en las elecciones presidenciales.
"Tenemos el mandato de asumir la plena responsabilidad de lo que ocurre en Polonia", declaró Tusk. "Gobernar Polonia es un privilegio", ha subrayado.
Revertir las reformas judiciales del PiS
Tusk enumeró un mayor gasto en defensa y un recorte en la emisión de visas para inmigrantes por parte de su Ejecutivo como los principales logros desde que asumió el poder en diciembre de 2023, reemplazando al partido nacionalista PiS.
Afirmó que su Gobierno proseguiría sus esfuerzos para revertir las reformas judiciales implementadas por el PiS, que, según la Unión Europea, socavan la independencia de los tribunales.
Tusk también dijo que el Gobierno se aseguraría de que las personas vinculadas al Ejecutivo anterior del PiS que sean sospechosas de haber cometido irregularidades rindan cuentas.
En una entrevista publicada el miércoles, el presidente electo Nawrocki dijo al diario Dziennik Gazeta Prawna que firmaría una ley para elevar el umbral de desgravación fiscal e incluso presentaría dicho proyecto de ley él mismo si el gobierno no lo hiciera.
En una aparente crítica al fracaso del Gobierno en implementar las 100 promesas que hizo durante sus primeros 100 días , Nawrocki dijo que las haría "por Donald Tusk. ¿No es eso conciliador?".