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Un grupo de neonazis atacó a varios actores a las afueras de un teatro de Lisboa la noche del martes, obligando al teatro a cancelar una función sobre el poeta nacional portugués Luis de Camões para conmemorar el Día de Portugal.

La agresión en los alrededores del teatro Barraca en el centro de Lisboa fue perpetrada por unos 30 neonazis, que regresaban de una manifestación con carteles y folletos que decían "Portugal para los portugueses".

El actor Aderito Lopes, que interpreta el papel del poeta tuerto del siglo XVI en una obra titulada El amor es una llama que arde invisible, tuvo que ser hospitalizado con heridas en el rostro.

Inicialmente, el grupo de neonazis agredió verbalmente a una actriz que vestía una camiseta con la imagen de una estrella asociada a la izquierda política y luego atacaron a dos de sus compañeros intérpretes también.

La Policía informó que había detenido a una persona después del enfrentamiento.

El ataque se produjo en el 30º aniversario del asesinato de un joven negro, Alcindo Monteiro, en Lisboa a manos de skinheads, y también después de las conmemoraciones del Día de Portugal.

La ministra de Cultura, Margarida Balseiro Lopes, condenó el miércoles lo que llamó un "ataque cobarde... a la libertad de expresión, al derecho a la creatividad, a los valores democráticos que nos definen como país"."La cultura no se intimida... Y no acepta el odio disfrazado de discurso político", añadió.

Tras el ataque, los partidos políticos de izquierda acusaron al Gobierno de centroderecha del primer ministro Luis Montenegro de no tomar medidas contra los grupos de extrema derecha.

"Los neofascistas atacan los libros, el teatro y a quienes se dedican a la cultura. Lo hacen porque creen que pueden", escribió la diputada del Bloque de Izquierda Mariana Mortagua en X.

"Treinta años después, este país no ha encontrado la manera de defenderse de los nazis", denunció la directora de la obra, Maria do Ceu Guerra, en declaraciones televisadas.

El auge de la ultraderecha en Portugal

Bajo el régimen dictatorial de António Salazar, que gobernó el país durante cuatro décadas hasta 1974, el Día de Portugal pasó a conocerse como el Día de la Raza Portuguesa. Movimientos de ultraderecha lo han conmemorado durante años con manifestaciones, principalmente de pequeña escala.

El pasado abril, grupos de extrema derecha provocaron enfrentamientos en el centro de Lisboa, arruinando las celebraciones del 51º aniversario de la Revolución de los Claveles, que puso fin a la dictadura.

La Unión Europea ya ha advertido de que el discurso de odio está aumentando en Portugal y que la extrema derecha está ganando apoyo después de que el partido antiinmigración Chega se convirtiera en la principal oposición en el parlamento en las elecciones del mes pasado.

El partido ultra liderado por André Ventura. Chega ha pasado de ser una fuerza marginal a convertirse en la segunda fuerza parlamentaria, rompiendo el tradicional bipartidismo portugués que se mantenía desde la Revolución de los Claveles en 1974.

En las elecciones legislativas de 2025, Chega superó el 20% de los votos y alcanzó más de 58 escaños, superando al histórico Partido Socialista, que quedó relegado al tercer lugar.

Entre los factores que explican este auge se encuentran el descontento social por el aumento del coste de la vida, la crisis inmobiliaria y la caída del poder adquisitivo. También el crecimiento de la desconfianza en los partidos tradicionales y la influencia mediática y en las redes sociales de Chega.