Putin hace oídos sordos al “¡Vladímir, PARA!” de Donald Trump, que ayer exigió que detuviera los ataques tras bombardear Kiev y dejar 12 muertos. Ni 24 horas después, Rusia ha vuelto a atacar Ucrania y ha dejado al menos cinco muertos, uno de ellos un niño, y 14 heridos en Pavlograd, en la región de Dnipropetrovsk, en Ucrania central.
"Rusia ha lanzado un ataque masivo con drones", ha denunciado el gobernador de la región, Serguí Lisak, que ha explicado que las defensas aéreas ucranianas derribaron 11 de los más de 100 drones kamikaze lanzados por Rusia en un ataque que provocó un incendio en un edificio de vivviendas de varias plantas.
Cinco de los heridos han sido hospitalizados. Entre los 14 heridos hay un niño de seis años y dos jóvenes de 15 y 17.
“¡Vladímir, PARA!”
Este nuevo ataque de Rusia llega después de que el presidente de EEUU exigiera a Putin que pusiera fin a los bombardeos de las últimas horas de sus tropas contra Ucrania que provocaron la muerte de 12 personas en Kiev.
“No estoy contento con los ataques rusos contra Kiev. No son necesarios y el momento es muy malo. ¡Vladímir, PARA!”, escribió Trump este jueves en redes sociales en plenas negociaciones de paz, que Washington ya ha amenazado con abandonar si no hay avances pronto ni implicación por parte de Rusia y Ucrania.
Estas palabras de Trump llegan después de que este mismo miércoles cargara de forma furibunda contra su homólogo ucraniano, Volodimir Zelenski, al que acusó, entre otras cosas, de "perjudicar" las negociaciones con Rusia para un acuerdo de paz. De hecho, afirmó que está boicoteándolas por negarse a reconocer Crimea como territorio ruso y llegó a decir que hasta ahora "ha sido más difícil" tratar con Zelenski que con Putin.
Este nuevo ataque, que se suma al de Kiev y al de Sumi que dejó más de 30 muertos, se produjo en mitad de las repetidas peticiones de Ucrania de una tregua en los ataques con misiles y drones de larga distancia contra infraestructuras civiles que Rusia se ha negado a aceptar y en plenas negociaciones de paz en las que Trump no ha dudado en poner sobre la mesa concesiones a Putin, como reconocer la península de Crimea como territorio legítimo de Moscú, una línea roja que Zelenski ya ha advertido que nunca aceptará.