El teniente general Yaroslav Moskalik, jefe adjunto de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor ruso, murió este viernes debido a la explosión de un coche bomba en una localidad en las afueras de Moscú, según informaron varios canales militares de Telegram y confirmó el Comité de Instrucción de Rusia. El suceso tuvo lugar en Balashikha, al este de la capital. La agencia de noticias Tass detalla que el artefacto contenía metralla y el portal Baza, que maneja información de las agencias de seguridad, añade que detonó al pasar el hombre por delante del vehículo. El Ministerio de Exteriores ha calificado lo ocurrido como un "ataque terrorista".
La escena donde ha ocurrido la explosión, con el coche quemado y el cadáver del general ruso.
Según los primeros datos facilitados por el Comité de Instrucción, el dispositivo explosivo había sido colocado en el interior del coche, un Volkswagen Golf, y fue activado de forma remota en torno a las 10:40 horas de esta mañana cuando el teniente general pasó a su lado, como se puede ver un vídeo que recoge el momento exacto de la explosión. El bloguero militar Rybar subraya que Moskalik era "uno de los oficiales más inteligentes y exigentes" de la Dirección General de Operaciones del Estado Mayor y su nombre se barajaba para liderar el Centro Nacional de Gestión de la Defensa de Rusia.
El pasado mes de diciembre, otro general ruso murió en un atentado bomba en Moscú reivindicado por el Servicio de Seguridad ucraniano. Igor Kiríllov, jefe de las Fuerzas de Defensa Nuclear, Biológica y Química de Rusia, falleció a causa de la explosión de un dispositivo oculto en un patinete y activado a distancia a primera hora de la mañana cuando salía de su casa acompañado de un ayudante, que también resultó muerto. El jefe del Kremlin lamentó lo ocurrido y lo calificó como un "fallo grave" de los servicios de seguridad.
El ataque se ha producido el mismo día que el Steve Witkoff, el enviado especial de Donald Trump, aterriza en Moscú para reunirse nuevamente con Vladímir Putin y acercar posturas hacia una salida negociada a la guerra de Ucrania. El borrador del plan de paz del presidente estadounidense, revelado este viernes por la agencia Reuters, contempla entregar los territorios ocupados a Moscú, extremo que Volodímir Zelenski ha rechazado de forma rotunda, y ceder la mayor central nuclear de Ucrania a EEUU.
Las fuentes citadas por el portal Baza explican que el artefacto explosivo sería una bombona de gas equivalente a 300 gramos de trilita. El Comité de Instrucción ha abierto un caso penal e investiga como asesinato la muerte del teniente general Moskalik, de 59 años. "Según la información disponible, la explosión ocurrió como resultado de la detonación de un explosivo casero lleno de elementos destructivos", describió la institución en un comunicado.
El cuerpo del teniente general Moskalik, tras el atentado.
El atentado tuvo lugar en el patio de una urbanización construida especialmente para militares retirados al este de la capital rusa. El alto mando del Estado Mayor había sido incluido en la lista Mirotvorets en la que figuran "los enemigos de Ucrania". Según Mash, otro canal de noticias ruso, el último propietario del coche era un individuo oriundo de la ciudad ucraniana de Sumi.
Larga lista de objetivos
En los últimos meses, el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia había presumido de haber frustrado una serie de atentados contra altos jefes militares del país "que participan en la operación militar especial (en Ucrania), así como contra miembros de sus familias".
Moskalik había formado parte de un grupo de equipos de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia que supervisó los acuerdos de Minsk en 2015, diseñados para poner fin al conflicto entre Kiev y las fuerzas separatistas apoyadas por Moscú y que se produjeron tras la toma de Crimea, territorio que Trump está dispuesto a reconocer de iure como parte de Rusia. El teniente general representó al Estado Mayor del Ejército en las negociaciones junto al ministro de Exteriores, Serguéi Lavrov, y al asesor presidencial de Putin, Yuri Ushakov.
Además de Moskalik y Kiríllov, desde el inicio de la invasión de Ucrania varios militares o figuras favorables al Kremlin han sido víctimas de distintos tipos de ataques dentro de Rusia orquestados por los servicios de inteligencia ucranianos. En abril de 2023, el bloguero Vladlen Tatarsky murió durante una explosión registrada en un café de San Petersburgo propiedad del líder del Grupo Wagner. Unos meses más tarde, en diciembre, el exdiputado ucraniano Illya Kyva, alineado con los postulados de Moscú, apareció con un tiro en un parque a las afueras de la capital rusa. En febrero de este año otra bomba acabó con la vida de Armen Sarkisyan, fundador del batallón Arbat, una unidad armenia de voluntarios prorrusos que combate en Ucrania.