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"Tenemos que poner a Ucrania en una posición de fuerza para que pueda decir 'no' a un mal acuerdo", sostiene la nueva jefa de la diplomacia comunitaria, Kaja Kallas. Los dirigentes de la Unión Europea han acelerado en los últimos días y horas los trabajos para tratar de blindar al Gobierno de Volodímir Zelenski, proporcionándole más ayuda económica y militar, con el objetivo de impedir que Donald Trump le obligue a capitular en las negociaciones unilaterales que ha inciado con Rusia, cortando la asistencia estadounidense.

Los líderes europeos están cada vez más "preocupados", admite Kallas, por la actuación de la Casa Blanca desde que Trump telefoneó a Vladímir Putin hace ahora dos semanas, a espaldas de Bruselas y de Kiev. El último episodio se ha visto este lunes en la Asamblea General de la ONU, donde Estados Unidos se ha alineado con Rusia votando en contra de la resolución promovida por Ucrania que condena la agresión de Moscú y pide la retirada de las tropas rusas. Todos los países de la UE han apoyado la resolución, excepto Hungría que también ha votado 'no'.

En los últimos días, Trump ha tachado a Zelenski de "dictador" y ha sugerido que fue Ucrania la responsable del inicio de la guerra, acusando a los europeos de no hacer nada para detenerla. Además, su secretario de Defensa, el controvertido Pete Hegseth, dijo en la OTAN que es "poco realista" reclamar para Ucrania todos los territorios ocupados por Rusia.

¿La administración de Trump está actuando en interés del mundo libre o en interés de Rusia? "Si miramos los mensajes que llegan desde Estados Unidos, está claro que la narrativa rusa está ahí, muy fuertemente representada", ha respondido la Alta Representante de Asuntos Exteriores de la UE. Kallas ha viajado este martes a Washington para entrevistarse en los próximos días con el secretario de Estado, Marco Rubio.

En el día en que se cumplía el tercer aniversario del estallido de la guerra, la UE ha escenificado su apoyo a Ucrania en tres pistas simultáneas. Además del respaldo a la resolución de la ONU en Nueva York, la Comisión de Ursula von der Leyen al completo y un gran número de jefes de Gobierno, entre ellos Pedro Sánchez, han viajado a Kiev para arropar a Zelenski. En Bruselas, los ministros de Exteriores de los 27 han aprobado un nuevo paquete de sanciones contra Moscú, el número 16, en un momento en que Trump habla ya de levantar estas medidas restrictivas.

"A no ser que Rusia demuestre con hechos que están dispuestos a alcanzar un acuerdo de paz justo y duradero, seguiremos aplicando estas sanciones. Ahora mismo no hay sobre la mesa ningún acuerdo de paz duradero, por lo cual no tiene ningún sentido hablar de levantar las sanciones", ha replicado Von der Leyen en Kiev.

La presidenta de la Comisión ha anunciado este lunes en Kiev un nuevo desembolso (el segundo) de 3.500 millones de euros a Ucrania, que viene del préstamo de 50.000 millones de dólares acordado el año pasado por el G7, y que se pagará con los beneficios generados por los activos de Rusia congelados en la UE desde el estallido de la guerra. Von der Leyen anuncia además un plan para aumentar la producción de armamento y capacidades de defensa en Europa.

Ursula von der Leyen y Voldímir Zelenski, durante su encuentro de este lunes en Kiev Comisión Europea

En contra de lo que sostiene Trump, Von der Leyen ha subrayado que la UE es la que más ayuda ha dado a Kiev hasta ahora, un total de 134.000 millones de euros, de los cuales 48.700 son de asistencia militar. Con el préstamo del G7, el Gobierno de Zelenski tiene cubierto su presupuesto para todo el año 2025.

"No es sólo el destino de Ucrania el que está en juego, es el destino de Europa. Así que nuestra principal prioridad sigue siendo fortalecer la resistencia de Ucrania", ha señalado Von der Leyen. Ni de la reunión de Kiev ni de la de Bruselas han salido nuevas medidas o cifras concretas. Las grandes decisiones se esperan en la cumbre de emergencia que ha convocado el presidente del Consejo Europeo, António Costa, que también ha viajado a la capital ucraniana, para el 6 de marzo en Bruselas.

Los líderes europeos esperan anunciar allí un potente paquete de ayuda militar para Ucrania de hasta 20.000 millones de euros, el mayor que Bruselas ha ofrecido hasta ahora. "Debemos hacer todo lo que podamos para reforzar rápidamente las capacidades de Ucrania: deben estar en posición de fuerza en la mesa de negociación, cuando estén dispuestos a negociar. Y también deben estar en una posición en la que puedan decir no a un mal acuerdo. Para que esto sea posible, debemos aumentar el apoyo militar ahora, no dentro de seis meses o un año", ha dicho en Bruselas la ministra de Exteriores sueca, María Malmer Stenegard. 

El presidente del Gobierno se ha adelantado con el anuncio de España aportará a Ucrania en 2025 otros 1.000 millones de euros, la misma cantidad que el año pasado. Sánchez ha vuelto a decir que es prematuro hablar del despliegue de tropas europeas de paz en Ucrania, una cautela compartida ahora por la mayoría de líderes europeos que observan con estupefacción la pinza entre Trump y Putin.

Para sortear el previsible veto de Hungría, el nuevo paquete de ayuda militar estaría formado por la suma de contribuciones nacionales voluntarias. "No apoyaremos ninguna iniciativa que ponga en peligro las negociaciones entre EEUU y Rusia. La UE debe parar el gasto irresponsable en la guerra y empezar a centrarse en garantizar la paz", ha dicho el ministro de Exteriores de Hungría, Péter Szijjártó.

El presidente del Consejo Europeo, António Costa, durante la cumbre de Kiev Unión Europea

Los países nórdicos y los bálticos han hecho frente común en Bruselas para reclamar que se confisquen los activos de Rusia congelados en la UE desde el estallido de la guerra y se manden a Kiev. "Tenemos 300.000 millones de activos congelados de Rusia en Europa. Y debemos usarlos para sustituir la contribución de Estados Unidos si Estados Unidos al final decide dejar de apoyar a Ucrania", ha defendido el ministro de Exteriores de Estonia, Margus Tsahkna. Pero Kallas ha admitido que no hay consenso en la UE para dar ese paso.

"Necesitamos una paz justa y duradera. Un alto el fuego sería un error crítico en este momento porque daría a Putin la oportunidad de reorganizarse, rearmarse, reforzarse y atacar a Ucrania de nuevo o a cualquier otro posible blanco potencial en Europa. Debemos reforzar a Ucrania", ha insistido el ministro de Exteriores de Lituania, Kestutis Budrys.

Por su parte, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, ha pedido poner fecha ya a la entrada de Ucrania en la UE, que a su juicio debería producirse en 2030. El presidente del Consejo Europeo ha admitido que la mejor garantía de seguridad frente a Rusia que la UE puede prestar a Kiev es precisamente su entrada en el club. Por su parte, Von der Leyen ha apuntado que el calendario depende de los méritos, pero considera que si el Gobierno de Zelenski continúa con el actual ritmo de reformas, incluso en plena guerra, la adhesión podría producirse incluso "antes de 2030".