Rusia ha tomado la decisión de dejar de suministrar petróleo a Europa este mismo año después de que la Unión Europea (UE) decidiera este viernes topar el precio del barril ruso, aseguró Mikhaíl Ulyanov, embajador ruso ante los organismos internacionales en Viena.

"A partir de este año Europa vivirá sin petróleo ruso. Moscú ya ha dejado claro que no suministrará petróleo a los países que apoyen la limitación de precios contra el mercado", escribió Ulyanov en su cuenta de Twitter y en otras redes sociales. "Muy pronto la UE culpará a Rusia por utilizar el petróleo como arma", vaticinó el representante del Kremlin en su escueto comunicado.

Los países de la UE aprobaron este viernes fijar en 60 dólares por barril el tope de precio al petróleo ruso transportado mediante petroleros tras llegar a un acuerdo con el estado más reticente en la cuestión; Polonia, que defendía un umbral más bajo a fin de infligir un mayor daño a Moscú. El acuerdo en Bruselas despeja el camino para que el G7 pueda poner en marcha esta medida a partir de la semana que viene.



La medida, a la que se han adherido las potencias del mencionado 'grupo de los siete' y Australia, no afectaría directamente al territorio comunitario porque coincide con la entrada en vigor de un embargo al crudo que importa de Rusia. No obstante, prohíbe a las navieras europeas transportar el petróleo ruso a terceros países si se vende a un precio superior al fijado, y lo mismo se aplicar a las compañías de seguro contratadas para fletes de crudo ruso.

El objetivo es reducir los ingresos de Rusia y al mismo tiempo mantener estable el mercado, abriendo la veda a que los países en vías de desarrollo puedan comprar petróleo ruso en mejores condiciones. Moscú ya había advertido de que dejaría de vender su "oro negro" a aquellos países que apliquen un tope a la cotización del barril, al considerar que esa intervención atenta contra las reglas del merado libre, informa Efe. 

[Arabia Saudí y Rusia, entre los países productores de petróleo más rentables por extraer crudo, a menos de 20 $/barril]

Estados Unidos es el principal promotor del tope al petróleo ruso. Su presidente, Joe Biden, temía que el embargo parcial aprobado por la UE desencadenara una lucha por suministros a través de otras vías, tesitura que podría disparar los precios mundiales más allá de los 140 dólares por barril, amenazando con una profunda crisis, no solo en el seno de los países más dependientes, sino en los países que apoyaban la medida en su conjunto. 

Desde que comenzase el conflicto, Rusia se ha visto expuesta a una gran cantidad de sanciones por parte de Occidente. A las reservas de Europa a la hora de comerciar con Moscú, se suma una gran cantidad de condenas por parte de organismos internacionales que ha dejado a Putin aislado internacionalmente.