En las últimas semanas los ánimos están más caldeados que nunca en la fría Europa del Este. Rusia mantiene desplegados a 100.000 soldados en la frontera con Ucrania, una situación que inquieta a Estados Unidos, la OTAN, la UE y la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa). El Pentágono ha vuelto a mover ficha y ya ha anunciado el envío de 3.000 soldados para hacer frente a la amenaza rusa.

Putin empieza a impacientarse en esta particular partida de ajedrez que mantiene con Occidente. Así se lo ha hecho saber al primer ministro británico, Boris Johnson, con quien ha hablado por teléfono para expresarle "la falta de voluntad de la OTAN de escuchar a Rusia".

Aunque pueda parecer contradictorio, quien enarboló la bandera del 'brexit' para ocupar el número 10 de Downing Street pretende erigirse en líder de Europa y apaciguar las aguas del enfrentamiento entre Ucrania y Rusia. Porque el cálculo político de Boris Johnson le hace ver una oportunidad en medio de este conflicto: se vuelca en el plano internacional para amortiguar el ruido de sables del Parlamento británico, donde cada vez son más sonoras las voces que piden su dimisión por el 'Partygate'

Pero el presidente francés, Emmanuel Macron, y el canciller alemán, Olaf Scholz, también quieren demostrar su capacidad de liderazgo.

Macron apuesta por priorizar "una desescalada" en el conflicto entre Ucrania y Rusia y ya ha anunciado que se entrevistará con su homólogo estadounidense, Joe Biden, y que no descarta viajar a Kiev.

El presidente francés, Emmanuel Macron, en la localidad francesa de Liévin. Reuters

"Para mí, la prioridad sobre la cuestión de Ucrania y el diálogo con Rusia es la desescalada, encontrar la manera política para salir de la crisis", dijo Macron en una declaración a la prensa, y señaló que tampoco excluye viajar a Rusia.

"No excluyo ningún escenario, dependerá de cómo vaya nuestro diálogo en las próximas horas. El papel de Francia, especialmente con la presidencia (del Consejo de la UE) de este semestre, es el de intentar encontrar esa solución común", añadió el presidente francés, sobre una posible visita a Moscú.

Por otra parte, el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció este miércoles que viajará a Moscú para tratar con el presidente ruso, Vladimir Putin, la situación en Ucrania después de su visita a Washington de la semana próxima.

"He hablado con el presidente ruso y estamos preparando cuidadosamente todo lo necesario. Viajaré a EEUU y en breve iré a Moscú," indicó en una entrevista con la cadena pública ZDF.

La reunión con Putin "está planificada y tendrá lugar," aseguró el canciller.

Sobre la línea de su Gobierno en lo referente a la crisis de Ucrania, Scholz afirmó que "se trata de hacer una política coordinada en lo que respecta a la Unión Europea y a la OTAN, pero se trata también de tomar buenas decisiones y eso sólo es posible con trabajo duro".

Ucrania pide armas

Para Scholz la situación de Ucrania es "seria" y la presencia de tropas rusas en la frontera podría deberse a "preparativos para una acción militar". Por ello es particularmente importante recalcar una y otra vez que un ataque contra la soberanía y la integridad territorial de Ucrania tendría un precio "muy alto", señaló, y agregó que, en su opinión, "este mensaje ha sido entendido" en Moscú.

Ante las críticas por la negativa alemana a suministrar armas a Ucrania, el canciller alemán considera que sus aliados son conscientes de la elevada contribución militar de Berlín a la OTAN.

Mientras tanto, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, aseguró este miércoles que su país necesita más armamento para defenderse y minimizar la amenaza rusa, ya que sigue aspirando a la desocupación de su territorio por la vía diplomática.

Maniobras militares del Ejército ucraniano en la ciudad de Leópolis. Reuters

"Para nosotros es muy importante todo ese armamento para defendernos. Nosotros sólo pensamos en la paz. Pensamos sólo en la desocupación de nuestro territorio por la vía diplomática", dijo Zelenski durante una rueda de prensa conjunta con el primer ministro holandés, Mark Rutte.

Zelenski no quiso desvelar con qué países ha alcanzado acuerdos para el suministro de armamento, aparte de los envíos ya conocidos de EEUU y el Reino Unido.

"Después de que parte de nuestro territorio fuera ocupado, incrementamos nuestra capacidad defensiva y el potencial de nuestras Fuerzas Armadas. Sabemos lo que necesitamos", señaló en alusión a la anexión por Rusia en 2014 de la península ucraniana de Crimea.

Subrayó que, como su país no quiere perder más territorio -en alusión a las regiones orientales de Donetsk y Lugansk, donde el Ejército lucha contra los separatistas prorrusos apoyados por Moscú-, ha preparado "una lista" con las necesidades de las Fuerzas Armadas, lo que incluye incrementar en los próximos tres años su número de efectivos de 250.000 a 350.000 hombres.

"Son pasos comprensibles, ya que se trata de contención, además de los pasos diplomáticos que estamos dando no sólo nosotros, sino también los líderes europeos", señaló.

En la misma línea, el ministro de Exteriores de Ucrania, Dmitro Kuleba, aseguró este miércoles en un encuentro con la prensa extranjera que Kiev necesita armas defensivas para apoyar los "esfuerzos diplomáticos". "Habrá más armas. Al respecto, tenemos una dinámica muy positiva y esa es otra diferencia entre lo que ocurre a día de hoy y lo que ocurrió en 2014. Ucrania será aún más fuerte y, por consiguiente, Rusia tendrá menos deseos de atacar", insistió, en declaraciones recogidas por Efe.

Soldados estadounidenses entrenan al Ejército ucraniano. Reuters

Al mismo tiempo, pidió a otros países que muestren más apoyo a Ucrania y "comprendan que las situaciones difíciles no se resuelven sin decisiones difíciles". "Agradecemos a los socios de Ucrania su apoyo, especialmente a EEUU por ofrecernos la asistencia militar más grande de la historia", dijo.

Ahuyentar al Kremlin

Zelenski firmó el martes un decreto en el que, además de ordenar el incremento del número de efectivos, también planteó la transición a un Ejército profesional.

Al mismo tiempo, afirmó que el Ejército ucraniano, que cuenta con 300.000 reservistas, está "al mismo nivel" de otros ejércitos de países de la OTAN, bloque en el que Kiev aspira a ingresar pese a la categórica oposición rusa.

El ministro de Defensa, Oleksii Reznikov, consideró este miércoles que un Ejército moderno y profesional es la única forma de que "en el Kremlin a nadie se le ocurra atacar Ucrania". "Así podremos garantizar la seguridad de todo el perímetro de nuestra frontera y de los flancos potencialmente peligrosos", dijo.

Ucrania ha recibido estos últimos días 500 toneladas de munición de EEUU, a lo que hay que sumar el armamento antitanque suministrado recientemente por el Reino Unido, cuyo primer ministro, Boris Johnson, se reunió el martes en Kiev con Zelenski.

El Ejército ucraniano realizando maniobras militares. Reuters

Al mismo tiempo, Kuleba negó este miércoles que existan diferencias con EEUU en cuanto a la evaluación de la amenaza rusa. "No hay ninguna diferencia en la evaluación de los riesgos. El tono puede ser diferente, pero la evaluación es la misma", dijo.

El jefe de la diplomacia ucraniana explicó: "En las últimas semanas todo el mundo se centra en la palabra 'inminente' (a la hora de valorar la amenaza), pero deberíamos centrarnos en una evaluación más amplia de la situación".

En este sentido, subrayó que "es un hecho que el Ejército ruso se ha concentrado a lo largo de las fronteras de Ucrania", incluido el territorio de Bielorrusia, donde entre el 10 y el 20 de febrero se celebrarán maniobras militares conjuntas de Moscú y Minsk.

Según Kuleba, esta circunstancia "ejerce mucha presión", pero el número de las tropas acumuladas por Rusia sigue siendo "insuficiente" para una operación militar a gran escala.

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