Bruselas

La vacunación obligatoria contra la Covid-19 era hasta hace poco un tabú en la UE. La mayor parte de los Gobiernos apostaban por incentivos para empujar a la gente a vacunarse, como la exigencia del pasaporte Covid para viajar o entrar en conciertos, bares o restaurantes. La virulencia de la nueva ola de contagios que asola toda Europa desde principios del otoño empezó a cambiar las cosas. Austria ha sido el primer país en dar el paso: los que rechacen la inyección se enfrentan a multas de hasta 7.200 euros. También Grecia sancionará con 100 euros al mes a los mayores de 60 años no vacunados. El futuro canciller alemán, Olaf Scholz, sopesa seguir la misma senda e implantar la vacunación obligatoria cuando tome posesión a principios de diciembre.

Con la aparición de la nueva variante ómicron, que la Organización Mundial de la Salud califica de "alto riesgo", es la propia Comisión Europea la que ha decidido impulsar el debate sobre la vacunación obligatoria en toda la UE. Se trata en última instancia de una decisión puramente nacional, pero la presidenta Ursula von der Leyen ha dicho este miércoles que es necesario entablar una "discusión" en todos los Estados miembros. La vacuna constituye "la protección más fuerte contra la Covid que tenemos disponible ahora mismo" y sin embargo todavía hay 150 millones de europeos (un tercio de la población) que no quieren vacunarse. 

"Estamos sufriendo una pandemia horrible, disponemos de vacunas que salvan vidas, pero éstas no están siendo utilizadas bien en todas partes y esto impone un enorme coste sanitario", ha denunciado Von der Leyen. Según los últimos datos del Centro para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC), el 66,2% de la población europea está vacunada con pauta completa. Sin embargo, existen fuertes diferencias entre los Estados miembros. Mientras que la tasa de vacunación asciende al 81,6% en el caso de Portugal o al 74,3% en España, en Bulgaria la población inmunizada es apenas el 25,4%.

"Por eso creo que es comprensible y apropiado tener esta discusión ahora. ¿Cómo podemos alentar (la vacunación) y potencialmente pensar en una vacunación obligatoria en la UE? Eso debe discutirse y necesita un enfoque común", ha defendido la presidenta de la Comisión. En todo caso, ha insistido en que la última palabra la tienen los Gobiernos puesto que se trata de una cuestión que es "de competencia puramente de los Estados miembros". "No me corresponde dar ningún tipo de recomendación", ha asegurado.

Campaña masiva de terceras dosis

Por lo demás, Von der Leyen ha instado este miércoles a todos los Estados miembros a desplegar con carácter urgente una campaña masiva de inyección de dosis de refuerzo a toda la población adulta que ya tenga la pauta completa, y no únicamente a los mayores y grupos vulnerables, como defendía hasta ahora. Es la mejor arma para hacer frente a la emergencia de la nueva variante ómicron, según la presidenta.

A diferencia de lo ocurrido a principios de año, cuando la escasez de inyecciones provocó una fuerte crisis en Bruselas, esta vez la Unión Europea sí tiene suficientes vacunas para proteger rápidamente a toda la población, ha destacado Von der Leyen. Eso es así gracias al megacontrato que Bruselas firmó en mayo con Pfizer-BioNTech para adquirir hasta 1.800 millones de dosis de aquí a 2023. Un contrato que incluye las inyecciones para niños y también la exigencia de adaptar la vacuna a variantes que escapen a la vacuna, como podría ser el caso de ómicron.

"Sumando a Pfizer y Moderna, dispondremos de 360 millones de dosis de vacunas de ARN mensajero de aquí a finales del primer trimestre de 2022. Esta cantidad es suficiente para que todos los europeos que ya están completamente vacunados reciban una dosis de refuerzo. Esto es una buena noticia, así que vayan a ponersela", ha dicho Von der Leyen en una rueda de prensa para explicar la estrategia de Bruselas frente a la variante ómicron.

En este plan contra la Covid-19, el Ejecutivo comunitario destaca que las dosis de refuerzo "son la respuesta clave para hacer frente a la reducción de inmunidad" y "también son herramientas esenciales en la protección contra variantes". "Todos los Estados miembros deben garantizar que los más vulnerables reciban la tercera dosis de forma prioritaria y desplegar los equipos y recursos adecuados para campañas de refuerzo masivas", reclama la Comisión.

"La aparición de la variante ómicron agrega una urgencia adicional a la necesidad de poner en marcha campañas masivas para administrar dosis de refuerzo en todos los Estados miembros", insiste el Ejecutivo comunitario.

Vacunas adaptadas

Además, la presidenta de la Comisión ha hablado en las últimas horas con Pfizer-BioNTech con el propósito de acelerar el despliegue de su vacuna para niños de entre 5 y 11 años, que fue autorizada por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) el pasado 25 de noviembre. Se trata de una inyección diferente ya que contiene un tercio de la dosis que se administra a adultos y adolescentes. "Me han dicho que sí pueden acelerar y que la vacuna para niños estará disponible a partir del 13 de diciembre", ha explicado.

Por lo demás, el Ejecutivo comunitario está ahora pendiente de los estudios en marcha para verificar si ómicron escapa o no a las vacunas existentes. Una investigación que durará entre dos y tres semanas. "Si vemos que ómicron no responde plenamente a las vacunas, hemos tomado medidas de precaución. Los científicos ya están trabajando en ello y tenemos en el contrato la posibilidad de actualizar la vacuna. Nos dicen que tardarían alrededor de 100 días", ha relatado la presidenta.

La EMA ya ha anunciado que acortará los plazos para aprobar las vacunas adaptadas, si ello fuera necesario. La luz verde podría tardar entre tres y cuatro meses desde el momento en el que los laboratorios empiecen a trabajar en la nueva inyección. "Esperamos lo mejor, pero nos hemos preparado para lo peor", ha señalado la presidenta de la Comisión.

Aparte de las vacunas y las dosis de refuerzo, Von der Leyen ha reclamado a los Estados miembros que intensifiquen las medidas de prevención, sobre todo de cara a las fiestas navideñas: mascarillas, higiene de manos, reducción de los contactos sociales y seguimiento de los contagios para tratar de cortar la expansión de ómicron.

La presidenta considera que la UE es una "región epidemiológica común" en la que la variante ómicron ya está presente, y por ello no ve justificado imponer restricciones de viaje a países específicos. A su juicio, el enfoque debe ser "personal", es decir, verificar que el viajero cuente con un pasaporte Covid válido. No obstante, Von der Leyen tampoco ve excesivo que se exigan a los viajeros pruebas PCR negativas, como hace ya Portugal.

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