Bruselas

Un cara a cara entre Ursula von der Leyen y Boris Johnson. Este será el duelo decisivo que determine el destino último del brexit. Ante la incapacidad de los negociadores "técnicos" de Bruselas y Londres de desatascar el acuerdo comercial entre Reino Unido y la UE, el diálogo se eleva ahora al máximo nivel político. La presidenta de la Comisión y el primer ministro británico se han citado este lunes a un pulso final "en persona" que tendrá lugar en los "próximos días" en la capital belga.

Lo que está claro es que esta vez sí, el diálogo entre Bruselas y Londres ha entrado en su fase final. El tiempo se acaba rápidamente. Reino Unido abandonará definitivamente el mercado único y la unión aduanera el próximo 31 de diciembre: este plazo ya no puede extenderse más. Si la cita entre Boris y Ursula fracasa, el resultado será una casada de aranceles y barreras administrativas que frenaría el comercio entre los dos lados del canal de la Mancha.

En la montaña rusa de emociones en que se ha convertido el culebrón del brexit, la que a todas luces será una semana decisiva para la relación futura entre Bruselas y Londres empezaba en una depresión profunda. A las 7:30 horas de la mañana del lunes, el negociador europeo, Michel Barnier, transmitía un diagnóstico pesimista a los embajadores de los Veintisiete. "Pese a las intensas negociaciones hasta última hora del domingo, las diferencias todavía no se han resuelto. El resultado todavía es incierto: puede haber acuerdo o no", les ha dicho.

Ursula von der Leyen, durante la conversación telefónica con Johnson este lunes

Bruselas está dispuesta a hacer un "esfuerzo extra" para llegar a un acuerdo "justo, sostenible y equilibrado" para los ciudadanos en la UE y en Reino Unido. Pero el que tiene que ceder es Boris Johnson. "Corresponde a Reino Unido elegir entre un resultado positivo o un no acuerdo", ha explicado un alto diplomático europeo.

Barnier ha dicho a los embajadores que el plazo límite para negociar expiraba este miércoles. Los líderes europeos celebran una cumbre en Bruselas el 10 y 11 de diciembre, un encuentro que debería servir para ratificar el pacto o acelerar los preparativos para un brexit caótico.

Tras esta sesión informativa madrugadora, algunos países han interpretado que la ruptura total de las conversaciones era inminente. El primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, ya habían pactado llamarse por teléfono a última hora del lunes con el fin de hacer balance del diálogo y decidir los próximos pasos. ¿Sería ese el momento para escenificar el final?. 

Negociar hasta el fin

"Tras haber escuchado a Michel Barnier esta mañana, las noticias son realmente muy negativas. Diría que ha sido muy pesimista y cauto sobre las posibilidades de realizar progresos hoy", ha dicho el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney, cuyo país es el más preocupado por el riesgo de un brexit sin acuerdo por su proximidad a Reino Unido y el problema de la frontera entre Irlanda e Irlanda del Norte. 

Michel Barnier, durante su comparencia de este lunes ante los embajadores de los 27 UE

"Espero que las negociaciones no fracasen esta noche. Estamos a 7 de diciembre y no a 1 de enero. Por lo que a mi respecta, debemos aprovechar el tiempo que haga falta para negociar y no dejarnos arrastrar a un compromiso apresurado", reclamaba el jefe de la diplomacia holandesa, Stef Blok

También la ministra española, Arancha González Laya, apostaba por seguir hablando con Londres hasta el final. Aunque la negociación se encuentra ya en "tiempo de descuento" y atraviesa un "momento muy complicado", España sigue defendiendo que "un acuerdo es siempre mejor que un no acuerdo".

Sin embargo, en los últimos días han surgido fisuras visibles entre los Estados miembros, que hasta ahora habían mantenido una unidad sin precedentes en la negociación del brexit. Francia ha adoptado la posición más dura y amenaza con el veto si el pacto no responde a sus exigencias. Pero otros países como Holanda también han expresado su incomodidad por considerar que Barnier estaba "a milímetros" de las líneas rojas fijadas por la UE. 

A media tarde del lunes, el Gobierno de Johnson ha hecho un gesto para destensar las negociaciones con Bruselas. El primer ministro británico ha asegurado que, si al final se alcanza un acuerdo comercial con la UE, abandonará las cláusulas más controvertidas de su ley de mercado interior, que incumplen el acuerdo de divorcio que él mismo firmó el año pasado.

Escollos insalvables

El anuncio se ha producido poco antes de la llamada telefónica entre Johnson y Von der Leyen, que al final ha durado más de una hora. A su termino, los dos dirigentes han hecho público un breve comunicado conjunto en el que admiten que no ha habido progresos suficientes pese a las últimas jornadas maratonianas de negociaciones presenciales de sus equipos en Bruselas y Londres.

"Estamos de acuerdo en que no se dan las condiciones para cerrar un acuerdo debido a que persisten diferencias significativas en tres cuestiones críticas: las condiciones para una competencia equitativa, la gobernanza y la pesca", reconocen la presidenta de la Comisión y el primer ministro británico.

Josep Borrell y Arancha González Laya, este lunes durante la reunión de ministros de Exteriores de la UE UE

Es decir, los tres grandes escollos que han lastrado la negociación desde el primer día siguen sin resolverse: el acceso de los buques europeos a las aguas territoriales británicas tras el brexit, las garantías de unas condiciones de competencia justa entre empresas británicas y europeas en cuestiones como subsidios y estándares sociales y medioambientales y el mecanismo de resolución de disputas entre Bruselas y Londres.

Ante esta falta de avances, Von der Leyen y Johnson han encargado a sus respectivos equipos negociadores que preparen "un resumen de las diferencias pendientes". Un documento que servirá como base para la discusión "en persona" entre los dos líderes "en los próximos días", concluye el breve comunicado. El portavoz de Von der Leyen ha aclarado que el encuentro tendrá lugar en Bruselas, pero no le ha puesto fecha.

Todo apunta a que el cara a cara entre la presidenta de la Comisión y el primer ministro británico tendrá lugar esta misma semana. Un encuentro en el que Bruselas y Londres deberán decidir definitivamente si cierran un acuerdo comercial o habrá un brexit caótico el 31 de diciembre.