El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado este miércoles un nuevo confinamiento nacional en Francia que comenzará este viernes y se prolongará hasta el próximo 1 de diciembre. Macron ha hecho este anuncio a través de una declaración emitida por televisión y en la que se ha dirigido a todo el país.

Se trata de una decisión que recuerda al confinamiento de ocho semanas que adoptó el presidente francés durante la pasada primavera. Sin embargo, en esta ocasión, a diferencia de entonces, el confinamiento será menos duro: las escuelas permanecerán abiertas, no se detendrá el tejido económico, se permitirá acudir a funerales, se generalizará de nuevo el teletrabajo y las visitas a residencias de ancianos y centros de dependencia estarán autorizadas.

"Las fábricas, las explotaciones agrícolas y las obras públicas seguirán funcionando. La economía no debe pararse ni hundirse", afirmó. Entre los comercios y establecimientos "no esenciales" que deberán cerrar están incluidos los bares y los restaurantes.

Hace falta dar "un frenazo brutal a los contagios" para evitar el colapso de los hospitales, afirmó en una declaración televisada a la nación.

El mandatario precisó que esta nueva restricción se aplicará a partir de la medianoche del jueves al viernes, "como mínimo" hasta el próximo 1 de diciembre, y pidió la responsabilidad de todos para ralentizar esta segunda ola, que advirtió de que será "más dura y mortífera que la primera".

"El virus circula por Francia a una velocidad que incluso las previsiones más pesimistas no habían anticipado. (...) Hay que reconocer que, como todos nuestros vecinos, estamos desbordados por la aceleración repentina de la epidemia", reconoció Macron en su intervención en horario de máxima audiencia.

Macron destacó que las fronteras interiores de Francia en el espacio europeo seguirán abiertas "y, salvo excepción, las exteriores se mantendrán cerradas", aunque los franceses en el extranjero podrán volver al país y se efectuarán test rápidos a todos los viajeros que lleguen al país.

El Ejecutivo francés evaluará cada 15 días la evolución de la epidemia y decidirá en caso necesario sobre la aplicación de nuevas restricciones o, si la situación mejora, el levantamiento de algunos controles.

El presidente francés ha añadido que si dentro de dos semanas la situación sanitaria mejora el Gobierno revisará la posibilidad de reabrir los comercios considerados no esenciales.

Francia registró este martes 70.000 nuevos casos de coronavirus y 523 muertos. La tasa de fallecidos totales ya supera los 35.000, es la séptima más alta a nivel mundial, según los datos recabados por la agencia Reuters.

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