Bruselas

La Unión Europea y Reino Unido han anunciado este miércoles un acuerdo para resucitar las negociaciones sobre el futuro acuerdo comercial que debe regir sus relaciones tras el brexit. Un diálogo que había quedado en suspenso tras el estallido de la pandemia del coronavirus, que ha infectado al negociador de la UE, Michel Barnier, y al propio primer ministro británico, Boris Johnson. Los dos ya se han recuperado.

La crisis del Covid-19 ha obligado a cancelar dos rondas de negociaciones post-brexit y ha redoblado la presión sobre Johnson para que pida una prórroga del periodo de transición. Pero el Gobierno británico se mantiene firme en su negativa: quiere cortar definitivamente amarras con la UE el próximo 31 de diciembre pase lo que pase.

Barnier ha hablado este miércoles por videoconferencia con el negociador británico, David Frost, y ha acordado con él celebrar tres rondas negociadoras completas de aquí a junio: la primera durante la semana del 20 de abril, la segunda la semana del 11 de mayo y la tercera la semana del 1 de junio. Incluso antes del Covid-19, el negociador de la UE ya había avisado de que los plazos son insuficientes para cerrar un acuerdo en condiciones.

Debido a las medidas restrictivas impuestas por el coronavirus, el diálogo tendrá lugar ahora por videoconferencia. Un formato especialmente difícil para este tipo de negociación porque tanto el equipo de Londres como el de Bruselas está compuesto por un centenar de personas, la mayoría de la cuales trabaja además desde casa.

El objetivo de este trabajo es realizar "progresos tangibles y reales" a tiempo para la reunión de alto nivel entre la UE y Reino unido que está programa para el mes de junio, aunque todavía no tiene fecha. Junio es el plazo máximo que tiene Johnson para pedir una prórroga si al final cambia de opinión, según se recoge en el Acuerdo de Retirada. Una extensión que podría ser de hasta dos años extra, es decir, hasta finales de 2022.

En todo caso, Frost ha aprovechado la videoconferencia para dejarle claro a Barnier que Reino Unido "no tiene ninguna intención de solicitar una ampliación del periodo de transición", según han confirmado a EL ESPAÑOL fuentes diplomáticas. Lo ha hecho para atajar las especulaciones en sentido contrario aparecidas en los medios, en particular los británicos, explican las fuentes consultadas.

Los dos negociadores han hablado también de la aplicación del Acuerdo de Retirada, en particular del protocolo sobre Irlanda del Norte y de los derechos de los ciudadanos. Los comités encargados de vigilar que sus disposiciones se ponen en marcha correctamente se reunirán pronto.

Hasta ahora sólo se ha celebrado una ronda de diálogo entre Bruselas y Londres sobre el acuerdo post-brexit, que sirvió para constatar que hay "muchas diferencias y muy graves" entre las dos partes. Los principales puntos de fricción son la pesca, los problemas de distorsiones comerciales, la negativa de Reino Unido a aceptar la intervención del Tribunal de Justicia de la UE o del Convenio Europeo de Derechos Humanos o incluso la propia estructura del acuerdo.

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