El Tribunal de Apelación de Escocia declaró este miércoles "ilegal" la decisión del primer ministro británico, Boris Johnson, de suspender el Parlamento del Reino Unido en el período previo a la salida del país de la Unión Europea (UE).

Los tres jueces que componen la corte de apelación de mayor rango de Escocia revocaron así un fallo anterior, emitido a principios de septiembre, que dictaminó que el cierre sí se ajustaba a la legalidad.

Los abogados que representan a 75 parlamentarios y colegas de la oposición argumentaron que la decisión de Johnson de suspender el parlamento por cinco semanas fue ilegal y viola la constitución, ya que fue diseñada para sofocar el debate parlamentario y la acción sobre el brexit.

Los partidos de la oposición -con el respaldo de un grupo de 21 diputados conservadores descontentos con la gestión de su gobierno- aprobaron la semana pasada una ley que obliga a Johnson a pedir una prórroga del brexit si no llega a un acuerdo con la UE el 19 de octubre, de forma que se evite una ruptura no negociada.

Los parlamentarios que se querellaron contra el gabinete conservador consideran que el objetivo de Johnson es silenciar al Parlamento con la estrategia de clausurarlo de cara al brexit.

El gobierno británico apelará la decisión del tribunal escocés. El Tribunal Supremo ya ha programado una audiencia de emergencia para los casos escocés e inglés para el 17 de septiembre, junto con una tercer demanda presentada en los tribunales de Belfast.

Los tres jueces escoceses consideraron que la prórroga era ilegal "porque tenía el propósito de obstaculizar el parlamento", resaltando que el escrutinio parlamentario del Ejecutivo fue "un pilar central del principio de buen gobierno consagrado en la constitución". El resumen del tribunal concluyó que la solicitud de prórroga de Johnson a la Reina y su decisión "fue ilegal y, por lo tanto, es nula y sin efecto".

Jolyon Maugham QC, cuyo Proyecto de Buena Ley inició el desafío legal a Johnson considera que , con esta decisión, e Parlamento vuelve a su actividad normal. “Entendemos que, hasta que la corte suprema otorgue una orden contraria, el Parlamento no está suspendido con efecto inmediato", ha dicho.

"Estoy aliviado de que mi comprensión del funcionamiento de nuestra democracia, que permite al Parlamento ejercer su papel constitucional vital, haya sido reivindicada por el tribunal supremo de Escocia. Este es un punto de principio increíblemente importante. El primer ministro no debe tratar al Parlamento como un inconveniente", ha sentenciado.

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