Después de ver como 21 diputados conservadores se aliaban con la oposición para derrotarle, Boris Johnson, expulsará del partido a los tories que votaron en su contra. El primer ministro ya había anunciado que no le temblaría el pulso en caso de rebelión interna y que echaría del partido a los que votaran a favor de bloquear su brexit salvaje. Tras la derrota del martes por la noche, Johnson cumplirá su amenaza. 

"El jefe parlamentario está hablando con los conservadores que no votaron con el Gobierno esta noche. Les expulsarán", dijo el martes el portavoz de la oficina de Johnson.

Horas antes de producirse la reunión en el Parlamento, Johnson se reunió con los rebeldes para tratar de convencerles a no votar en contra del Gobierno. Pero sin éxito. Por la noche se consumó la rebelión: 21 diputados conservadores votaron en contra de su su propio primer ministro, que horas antes ya había perdido la mayoría en la Cámara Baja.

El diputado tory Phillip Lee se cambió de bancada durante el debate y anunció mediante un comunicado su paso al Partido Liberal Demócrata como protesta por la dura postura del primer ministro sobre la salida de la UE. Johnson veía, así, como el Parlamento ponía en marcha el mecanismo para aprobar una ley que evite el brexit salvaje.

En una entrevista con The Sunday Times, este fin de semana, Johnson acusó a sus correligionarios rebeldes de estar minando su negociación ante la Unión Europea. "Lo único que podría socavar la capacidad de negociación del Reino Unido sería que Bruselas piense que hay alguna posibilidad de que el referéndum pueda cancelarse y el Brexit pueda bloquearse".

Ahora, tras su derrota en el Parlamento, esta posibilidad se esfuma y Reino Unido está abocado a unas elecciones anticipadas.