Berlín

Un pene larguísimo enroscado a una gran cruz de madera. El conservador Michael Kretschmer, actual presidente del Landde Sajonia y candidato a seguir en el poder en esta región del este alemán, está tumbado bajo la cruz. En el fotomontaje, luce un depilado y atlético cuerpo de modelo masculino dotado del larguísimo pene que termina enroscado y colgando de la cruz. El cartel reza: "de larga tradición".

Por su puesto, esta imagen, utilizada estos días de campaña electoral en Sajonia, no es obra de la Unión Cristiano Demócrata (CDU), el partido de Kretschmer y también de la canciller Angela Merkel. El cartel pertenece a la campaña del partido Die Partei, una formación política de apenas 15 años de vida y cuyas campañas suelen caracterizarse por hacer sátira con la política.

La carrera electoral de estos días en Sajonia es una muy buena prueba de lo bien que se le dan los mensajes satíricos a esta formación política surgida en 2004 a partir de la redacción de la revista satírica Titanic. El otrora responsable esa redacción, Martin Sonneborn, es el líder del partido. Actualmente es eurodiputado. Die Partei cuenta con dos escaños en la Eurocámara.

Los candidatos de Die Partei en Sajonia seguramente no lleguen a entrar en el Parlamento regional sajón. Tampoco es su objetivo. Su campaña sirve, según sus responsables, para "abrir debates" en la sociedad. El cartel del interminable pene de Kretschmer y otro en el que aparece con aire amenazador el líder regional conservador junto al resto de candidatos de los grandes partidos sobre un mapa de Sajonia con una esvástica ardiendo no han dejado a nadie indiferente.

El cartel del pene, según comenta a EL ESPAÑOL Max Aschenbach, el secretario general de Die Partei en Sajonia, se explica en último término porque "es, sencillamente, divertido". "Por otro lado, el cartel plantea la cuestión de si los cristianodemócratas defienden valores cristianos, porque no han parado de endurecer las condiciones para otorgar el estatus de refugiado en Alemania, además de acabar con las políticas sociales", dice Aschenbach. Paralelamente, la "larga tradición" evocada en el cartel alude a los casi 30 años que lleva la CDU dominando la política en Sajonia.

En las pasadas elecciones generales, Kretschmer perdió la carrera para ser diputado por Görlitz, su ciudad. Cayó ante Tino Chrupalla, un aspirante de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) que ahora trabaja en el Bundestag. En Sajonia, Kretschmer se ha convertido en el máximo responsable político tras recoger el testigo de Stanislaw Tillich, su predecesor. Tillich se impuso en las pasadas elecciones regionales, celebradas en 2014, después de haber cosechado un 39,4% de los votos.

En 2017, el veterano Tillich puso el poder en manos de Kretschmer con la idea de "renovar" la presidencia de la región. No fueron necesarias unas elecciones para que Kretschmer se hiciera con el cargo de Tillich. Sólo hicieron falta 69 votos a favor de 126 posibles en el parlamento regional sajón. "Kretschmer ha llegado a presidente de una forma totalmente novelesca", comenta Aschenbach.

Ultraderecha y conservadores 

Tom Rodig, aspirante de Die Partei a presidente de Sajonia, también está orgulloso de la campaña de carteles de su partido. "Con ese cartel de Kretschmer lo que queremos es mostrar las cualidades del candidato. No tiene muchas", comenta irónico a EL ESPAÑOL este otro responsable regional de la formación satírica.

Los últimos sondeos atribuyen a la CDU en Sajonia alrededor del 30% de los votos, pero a AfD las encuestas la ven muy cerca de los conservadores. Los medios describen la competencia entre Kretschmer y Jörg Urban, el aspirante de AfD a presidir el Land, como una carrera "apretada".

La relevancia de estos dos hombres en Sajonia es lo que llevaba a Die Partei a situarlos a ambos en uno de sus carteles de campaña sobre un mapa del Land en el que arde una bandera de la Alemania nazi. Los carteles han causado escándalo y, en algunas ciudades sajonas, por orden de la Fiscalía o por iniciativa de alcaldes o las fuerzas del orden, han sido retirados. Die Partei ha puesto varias denuncias, porque "ningún juez ha dicho que esos carteles son contrarios a la Constitución o que incitan al odio. Dicen haberlos quitado por precaución", sostiene Rodig.

"Esto no ha pasado nunca, que yo sepa. Es un ataque a la libertad. Tenemos el derecho de colgarlos incluso si no gustan a la Fiscalía o a un alcalde. No pueden ser descolgados", abunda el candidato de Die Partei. Ante las protestas de Die Partei en forma de denuncia contra quienes hayan descolado sus carteles, en la "ciudad de Bautzen los han vuelto a colgar", según Rodig.

Otro de los carteles electorales que ironiza con el regreso del comunismo Cedida

Leipzig independiente

El Código Penal alemán prohibe divulgar propaganda y simbología de partidos que atentan contra la Constitución, como ocurre con el partido nazi. "En nuestro cartel hay una esvástica, pero no se presenta de un modo glorificador del nazismo, sino que se usa para señalar el peligro que existe en Sajonia de que se forme un gobierno proto-fascista", comenta el candidato satírico.

Alude a la posibilidad de que la CDU y AfD formen una coalición gubernamental tras las elecciones del domingo. De ocurrir eso -el peor escenario para Die Partei- Rodig tiene una estrategia de "salida". "Lucharemos para que Leipzig salga de Sajonia y la proclamaremos ciudad-estado, como lo son Berlín, Hamburgo o Bremen", sostiene, hablando en serio, sobre una realidad política más que improbable.

Improbable resulta también que Die Partei acceda al Parlamento sajón, por mucho que los los medios germanos se hayan hecho eco estos días de los polémicos carteles de su campaña. También es muy incierto que genere algo más que risas en su escasísimo electorado la propuesta de otro de sus carteles en el que Rodig dice: "Entonces, ¿tal vez mejor el comunismo? Es sólo una propuesta". "Con ese cartel queremos presentar una alternativa totalmente opuesta al incremento del nacionalismo y a la fascistización de la política en Sajonia", comenta el responsable de Die Partei.

Así se refiere Rodig a un auge de la ultraderecha que, en Alemania, es especialmente notorio en el Este, en lo que en su día fue la comunista República Democrática de Alemania (RDA). En Brandeburgo, donde también habrá elecciones el domingo, AfD va camino de convertirse en el partido más votado. Las encuestas han llegado a vaticinar una victoria con un 21% de los votos, por delante del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), el partido en el poder en este Land que envuelve Berlín.

En la prensa local se dice que Rodig y compañía hacen "política seria con medios satíricos". No es seguro que sea ese el camino del éxito. No obstante, en Die Partei entienden que el éxito es superar el 1% de los votos el domingo. "Lo que nos interesa a nivel práctico es estar por encima del 1% porque así podemos alcanzar la financiación estatal y les estaríamos quitando dinero a los otros. Y así tal vez tendríamos mas dinero para hacer más carteles y más cosas. Con más medios podemos abrir más debates", concluye Aschenbach, el secretario general de Die Partei en Sajonia.