Bruselas

Los líderes europeos tenían muy pocas esperanzas de que Theresa May lograra que la Cámara de los Comunes ratificara el acuerdo de divorcio al tercer intento. En Bruselas se ha impuesto el pesimismo debido al caos insondable de la política británica. Las reacciones para un voto negativo ya estaban preparadas. Apenas minutos después de que se conociera el resultado de la votación, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha anunciado la convocatoria de una nueva cumbre de emergencia sobre el brexit el miércoles 10 de abril. 

Para esa fecha, la primera ministra británica deberá informar a sus socios europeos sobre el camino a seguir. Las alternativas que quedan son básicamente dos: o bien un brexit a las bravas sin acuerdo el 12 de abril; o bien una prórroga larga, de entre uno y dos  años, para que Londres se replantee su estrategia. Un aplazamiento que obligaría a Reino Unido a participar en las elecciones europeas de mayo.

"A la vista del rechazo del Acuerdo de Retirada por parte de los Comunes, he decidido convocar un Consejo Europeo para el 10 de abril", ha escrito Tusk en su cuenta de Twitter.

Por su parte, la Comisión ha dicho que "lamenta el voto negativo en la Cámara de los Comunes". Dado que el acuerdo de divorcio ha sido rechazado, entra en vigor la prórroga corta hasta el 12 de abril que los jefes de Estado y de Gobierno aprobaron la semana pasada. 

"Ahora corresponde a Reino Unido indicar el camino a seguir antes de esa fecha, para que el Consejo Europeo la considere. Un no acuerdo el 12 de abril es ahora un escenario probable. La UE se ha preparado para ello desde diciembre de 2017 y ahora está totalmente preparada para un escenario de no acuerdo el 12 de abril a medianoche", ha explicado un portavoz de la Comisión.

El Ejecutivo comunitario avisa de que los beneficios del Acuerdo de Retirada, incluyendo el periodo de transición de año y medio, no estarán disponibles para Londres en caso de brexit caótico. "Los miniacuerdos sectoriales tampoco son una opción", subraya el portavoz. En Bruselas se insiste en que, en contraste con el caos en Reino Unido, "la UE permanecerá unida".

El horario exacto y el formato de la cumbre de emergencia del 10 de abril todavía no se ha decidido. Pero según las fuentes consultadas será muy parecido al del Consejo Europeo de la semana pasada. Si sigue siendo primera ministra, May intervendrá ante el resto de líderes europeos al principio de la sesión. Después deberá abandonar la sala y serán los 27 los que tomen la decisión final sobre los próximos pasos del brexit.

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