Bruselas

Tras sobrevivir al apuñalamiento de sus compañeros de partido, Theresa May ha llegado este jueves a la cumbre de la UE en Bruselas en un nuevo intento de salvar su acuerdo del brexit. La primera ministra británica reclama al resto de líderes europeos que le ayuden a conseguir que el Parlamento británico ratifique los papeles del divorcio, aunque asume que no habrá una solución inmediata en este Consejo Europeo.

En concreto, May pide "garantías políticas y legales" de que Reino Unido no quedará atrapado indefinidamente en una unión aduanera con la UE, la red de seguridad que se ha pactado para garantizar que nunca habrá una frontera dura entre Irlanda e Irlanda del Norte.

"Me voy a dirigir al Consejo Europeo y les voy a mostrar las garantías políticas y legales que creo que necesitamos para aplacar las preocupaciones que los miembros del Parlamento tienen sobre esta cuestión", ha dicho May a su llegada a la reunión.

Durante la mañana, ha mantenido reuniones de emergencia con el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, y con el primer ministro irlandés, Leo Varadkar. "No preveo una solución inmediata, pero espero que podamos empezar el trabajo lo más rápido que sea posible sobre las garantías que son necesarias", insiste la primera ministra británica.

El acuerdo del brexit no se renegociará

Los jefes de Estado y de Gobierno de los 27 mantienen una unidad sin fisuras frente a las peticiones de May. Avisan de que es imposible a estas alturas renegociar las 585 páginas del Tratado de Retirada de la UE. Y le ofrecen un apaño sin valor jurídico como el que aceptó hace unas semanas el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre Gibraltar: una declaración política interpretativa.

"No veo cómo podemos cambiar este Acuerdo de Retirada de nuevo. Podemos por supuesto hablar sobre si debe haber garantías adicionales, pero aquí los 27 nos mantendremos unidos y haremos valer nuestros intereses", ha resaltado la canciller alemana, Angela Merkel. "Es importante evitar cualquier ambigüedad. No se puede reabrir un acuerdo jurídico, no se puede renegociar lo que hemos negociado durante varios meses, podemos mantener una discusión política", coincide el presidente francés, Emmanuel Macron.

Los jefes de Estado y de Gobierno decidirán esta noche qué tipo de garantías ofrecen a Reino Unido tras escuchar la petición detallada de May. Pero en realidad, pocos en Bruselas creen que estos cambios cosméticos sirvan para convencer al Parlamento británico, donde tanto los laboristas como los conservadores euroescépticos y los unionistas irlandeses que sostienen a May están en contra del acuerdo del brexit. Por ello su prioridad ahora es acelerar los preparativos para el caos de un brexit sin acuerdo el 29 de marzo de 2019.

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