El fundador de Wikileaks, Julian Assange, asegura que Ecuador está intentando terminar su período de asilo en la embajada ecuatoriana en Londres y entregarle a las autoridades de Estados Unidos. 

Ecuador y el fundador de WikiLeaks, están ahora en plena disputa tras la apertura de las audiencias en una acción de protección solicitada por los abogados de este, que ha levantado ampollas en el Gobierno de Lenín Moreno por considerarlo una muestra de desagradecimiento.

Seis años después de haberse protegido bajo el paraguas del Estado ecuatoriano, al australiano le parecen improcedentes una serie de disposiciones con las que sus anfitriones quieren regularizar su estancia, dado que no ven en el horizonte una solución al caso y que él ha rechazado la alternativa de entregarse a la Justicia británica.

El protocolo que ha generado la disputa, y que ha llevado a los abogados de Assange -encabezados por el exmagistrado español Baltasar Garzón- a presentar en Quito una acción de protección constitucional, consta de una treintena de artículos.

Por el momento, el fundador de WikiLeaks ha rechazado de plano recibir el protocolo -que entró en vigor el 13 de octubre- y también la contraseña para tener acceso a internet, que Ecuador le cortó en marzo.

A Assange le cortaron el acceso a internet por pronunciarse, entre otras cuestiones, sobre asuntos políticos ecuatorianos, las elecciones en Estados Unidos y sobre la crisis secesionista catalana.