Miles de personas llegadas de toda Italia se manifestaron este fin de semana en Macerata contra el racismo y el fascismo, después de que en esta ciudad del centro este de Italia un ultraderechista disparase la semana pasada a seis inmigrantes africanos, un hecho que está centrando la campaña electoral.

En la ciudad han aparecido estos días carteles de apoyo a Luca Traini, el excandidato de la fascista Fuerza Nueva  que disparó contra los inmigrantes para vengarse tras el asesinato de una chica de 18 años, presuntamente asesinada por un traficante de drogas nigeriano.

El suceso ha hecho que los partidos de derechas como la Liga Norte o Forza Italia hayan colocado la llegada de inmigrantes al país al centro de sus campañas ante las elecciones generales del 4 de marzo. El ataque a los inmigrantes ha despertado la preocupación de otra parte de la sociedad por el racismo demostrado en algunos sectores y ante el posible resurgir del fascismo.

Como reacción, colectivos antifascismo, organizaciones humanitarias como Emergency, sindicatos y otras asociaciones convocaron la manifestación en Macerata. El ayuntamiento ordenó cerrar todas las tiendas y suspender los servicios de transporte público y las clases en los institutos, frecuentados por los alumnos también los sábados en Italia, ante posibles incidentes entre los antifascistas y los ultraderechistas.

En la manifestación, según los organizadores, participaron unas 30.000 personas, con los inmigrantes africanos en las primeras filas, y solo algunos exponentes del nuevo partido Libres e Iguales, del expresidente del Senado, Pietro Grasso, y de otras pequeñas formaciones como Juntos o Poder al Pueblo.

No participó el Partido Demócrata (PD) del ex primer ministro Matteo Renzi al considerar que no era necesaria esta manifestación. El alcalde de Macerata, Romano Carancini, tampoco estuvo presente porque "la ciudad no estaba preparada para esto" y argumentó que "no era necesario manifestarse a pocos días de esta tragedia".

"Esta es la derrota del PD. Tenían que estar aquí y no están. Una decisión incomprensible", destacó el miembro de Libres e Iguales Nicola Fratoianni que acudió a Macerata.

La manifestación transcurrió tranquila por las calles de a localidad entre eslóganes contra el fascismo como "siempre contra las camisas negras" y frases de solidaridad a los inmigrantes.

"Ha sido una gran participación de la gente que ha reiterado el no a cualquier violencia, el no al fascismo, y el no al racismo. Los ciudadanos han recuperado las plazas a pesar de las prohibiciones", dijeron los organizadores

Los manifestantes también cargaron contra el ministro del Interior, Marco Minniti, quien aseguró que "el fascismo está muerto", y también criticaron al líder de la Liga Norte, Matteo Salvini y del PD, Matteo Renzi,

Pequeñas concentraciones contra el antifascismo también se celebraron en otras ciudades como Milán, Turín y Bolonia.

"Hoy la izquierda se manifiesta contra el racismo, mientras que hay tres inmigrantes detenidos y Pamela y los otros italianos víctimas de la inmigración clandestina pueden esperar", escribió Salvini en Twitter.

Para la líder ultraderechista de Hermanos de Italia, Giorgia Meloni, otra de los socios de Forza Italia en la coalición de centroderecha ante las elecciones, "Minniti tiene razón, el fascismo está muerto" y se preguntó "por qué la izquierda solo habla de esto".