Una fantasía política muy común entre progresistas alemanes consiste en imaginarse un Gobierno de socialdemócratas aliados a los ecologistas de Los Verdes y los poscomunistas de Die Linke. Aún se escucha, en según qué círculos, a quienes desean una unión de esas características para arrebatar el poder a la Unión Cristiano Demócrata (CDU) de la canciller Angela Merkel.

Sin embargo, para las elecciones alemanas del domingo, ese sueño no lo imaginan los políticos que se supone podrían así aspirar al poder. Con razón, han abandonado esa fantasía profesionales de la política como Andrej Hunko, diputado de Die Linke, o Dieter Janecek, representante de Los Verdes en el Bundestag.

“No tenemos la posibilidad de hacer una coalición de izquierdas”, dice Janecek a EL ESPAÑOL. “No es realista planteárselo”, reconoce a este periódico Hunko. Tras las elecciones de hace cuatro años tampoco lo era. El Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD), Die Linke y Los Verdes sumaron en 2013 el 42,7% de los votos, algo más que la CDU (41,5%).

Para socialdemócratas y ecologistas, siempre ha habido problemas programáticos con Die Linke. Este partido, que Hunko presenta como “el Unidos Podemos alemán” aspira, entre otras cosas, a sacar a Alemania de la OTAN. Pese a todo, durante cierto tiempo pervivió la idea feliz de que una coalición de las fuerzas de izquierda podría servir para destronar a Angela Merkel del poder. Entre otras cosas, porque una coalición así fue capaz de llegar al poder en la ciudad-estado de Berlín tras las elecciones de hace un año.

Carteles electorales de la CDU y el SPD en un parque de Fránkfurt. Kai Pfaffenbach Reuters

Pero ahora los partidos pequeños progresistas están más interesados en hacer la guerra por su cuenta que embarcarse en ensoñaciones políticas. Según las encuestas, Die Linke y Los Verdes han quedado relegados a un segundo plano en la campaña electoral que termina el domingo. Los últimos sondeos sitúan a ambas formaciones a la cola de la lucha por ser la tercera formación más votada. “La cuestión de quién será canciller, está clara, pero quién será tercero no”, comenta Hunko, dando por hecha la victoria de Merkel y su CDU.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) y los liberales del FDP van algo por delante de poscomunistas y ecologistas. A Die Linke se le atribuye entre un 9% y un 11%, lo que permite a Hunko ver a su partido luchando codo con codo frente a AfD por el tercer puesto en los comicios. Ignora este todavía diputado por Aquisgrán a los liberales, a los que también se atribuye hasta un 11% de la intención de voto.

“Tanto Los Verdes como Die Linke están igual que a la salida de las urnas hace cuatro años. Para nada veo que puedan formar una mayoría con el SPD” comenta a EL ESPAÑOL Peter Matuschek, analista del instituto de estudios de opinión Forsa. Eso sí, “dada la fragilidad del SPD, puede que ganen votos en estos últimos días”, añade, aludiendo al asegurado fracaso del aspirante a canciller socialdemócrata, Martin Schulz.

En otros sondeos, como el que publicaba hace unos días Infratest dimap, la unión de la intención de voto de los tres partidos de la izquierda sumaba sólo un 36,5%. La CDU estaba en un 37%.

Una izquierda debilitada en el paisaje político

“En el paisaje político alemán hay un nuevo reparto de los votos que debilita a la izquierda en su conjunto”, explica a EL ESPAÑOL Nils Diederich, politólogo de la Universidad Libre de Berlín. “El FDP ha recuperado los votos que perdió, la CDU ha atraído para sí a votantes del SPD y AfD toma votos de la CDU, pero también del SPD”, agrega. Otra fuente de votantes reconocida de AfD es Die Linke.

“En el este de Alemania, donde antes éramos fuertes, muchos votantes de Die Linke votan ahora AfD. Para nosotros esto es gran problema”, asume Hunko. Su partido lo crearon hace diez años responsables escindidos del SPD y herederos del Partido Socialista Unificado de Alemania, la principal formación de la extinta República Democrática de Alemania.

Sahra Wagenknecht, vicepresidenta del partido Die Linke, durante una entrevista en Berlín. Reinhard Krause Reuters

Die Linke, de uñas con el SPD

Con todo, la formación izquierdista se mantiene relativamente estable en los sondeos gracias a una campaña liderada por Sahra Wagenknecht “contra el poder de los consorcios y los bancos” que reivindica al partido como el único “100% social”. Central en su programa son las subidas de impuestos a las rentas altas.

Hunko dice que su partido está abierto a aliarse con el SPD, incluso cuando denuncia que, “de los últimos 20 años, el SPD ha estado 15 en el Gobierno, con Los Verdes o en una Gran Coalición, por eso, aunque Schulz hable de los temas importantes, ahora le es difícil ser creíble”. En la próxima legislatura, si Die Linke y el SPD trabajan juntos, será en la oposición, toda vez que los socialdemócratas descarten formar de nuevo un Gobierno con Merkel.

Merkel tienta a Los Verdes

Los Verdes, por su parte, lo tienen más complicado, pero buscan convertir su debilidad en una virtud. Podrían entrar, aunque sea con calzador, en un Gobierno conservador. Cem Ozdemir, que lidera la campaña de los ecologistas junto a Katrin Göring-Eckardt, daba un importante giro a la estrategia de su partido la semana pasada al decir que se veía en un Gobierno federal con la CDU. A nivel regional, esta unión ha funcionado en varias ocasiones, como ahora lo hace en Baden-Wurtenberg.

Janecek, que decía el pasado mes de marzo a EL ESPAÑOL que le resultaba “impensable” gobernar a nivel federal con los cristianodemócratas, explica ese cambio. “Nosotros decimos que nuestros temas importantes son la protección del clima, la reducción de las emisiones, potenciar la movilidad y luchar por la justicia en educación. Estos objetivos puede que los cumplamos con la CDU, por eso es una posibilidad formar una coalición con la CDU”, asegura el que ha sido en esta legislatura portavoz para temas económicos de Los Verdes en el Bundestag.

Hace cuatro años, el 8,4% que obtuvieron Los Verdes fue algo que se vivió entre los ecologistas como un duro golpe tras el 10,7% cosechado en 2009. “El partido acusa que haya sido una canciller de la CDU la que ha puesto en marcha la llamada 'Revolución Energética' que ha llevado al país a anunciar el cierre de las centrales nucleares para 2022”, plantea a EL ESPAÑOL Mathias Albert, profesor de ciencia política en la Universidad de Bielefeld (oeste germano). “El partido se ha quedado sin tema central en su programa”, abunda.

Pero incluso ahora que las encuestas vaticinan a los ecologistas su peor resultado en casi dos décadas, podrían ser decisivos en la formación de una mayoría parlamentaria. Eso ocurriría siempre y cuando la CDU y el FDP no la logren por sí mismos sacar adelante un Gobierno. Si los alemanes votaran hoy, no podrán. La entrada de Los Verdes en una coalición con conservadores y liberales haría posible el único escenario alternativo a otra Gran Coalición. Pero puede que esa alternativa no sea más que otra ensoñación que sitúe a uno de los pequeños partidos de la izquierda en el poder.

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