Roma

Nació hace nueve años como un niño, pero su madre pronto se dio cuenta de que no se comportaba como la mayoría de ellos. Quería vestir sólo de rosa, jugar con muñecas y rodearse de chicas. Los balones le aburren, prefiere encerrarse en su cuarto y probarse vestidos. No [es] distinto de los demás, sino diferente del estereotipo”, sostiene su madre, Camilla Vivian. Hace cerca de un año abrió un blog titulado Mi hijo en rosa”, que en Italia se ha convertido en referencia para muchas familias.

Escribe Camilla en el blog que una buena mañana de fin de semana se despertó recordando cómo su pequeño venía de la escuela con una amiga, de la mano, saltando y riendo. “Mi hijo era una niña y era feliz”, reflexiona. Fue uno de esos momentos en los que se le aclararon las ideas. Ya había acudido a asociaciones LGTBI, pero en Italia nunca encontró ninguna que se ocupara de los menores. Según ella, “no se trata de reducirlo todo a un sistema binario de sexo masculino o femenino, sino que hay una variedad infinita de posibilidades”.

Fue entonces cuando decidió tomar la iniciativa y ser ella quien informara a los demás, narrando las experiencias familiares para que otros padres vieran que lo que ocurría con sus retoños no era un caso único. Dio de alta el dominio Mi hijo en rosa y añadió un vídeo en el que el pequeño asegura sin mostrar el rostro “estar muy feliz, ya que así los demás entenderán que los niños no tienen que ir vestidos de azul y las niñas de rosa”.

A Camilla le incomoda convertirse en un caso mediático. Oculta la identidad de su hijo y acepta sólo la petición de entrevista bajo condición de explicar el fenómeno, no su experiencia personal, sin que “haya nada de lo que avergonzarse”. Atiende finalmente al teléfono desde Valencia, donde se encuentra desde hace algunos meses. “Hay una gran diferencia entre la percepción de algo así en Italia y en España, aquí nadie ve extraño cómo te vistas o cómo te comportes, existe mucha más información sobre el tema”, estima desde su exilio.

Ha criado a dos de sus hijos en Florencia, la tercera creció con su padre en la ciudad italiana de Belluno, en la provincia del Véneto. “No es que en Italia lo discriminaran, sólo tuvimos un problema con unos niños que le tomaban el pelo pero que por suerte cambiaron de escuela, pero en ningún caso creo que se le pueda considerar una víctima de bullying”, afirma Camilla. Sin embargo, sí que considera que en su país “existe el riesgo de ser apartado sólo por el hecho de ser homosexual”.

Cuenta la madre en su blog que un día quedó perpleja cuando en el campamento de verano al que ha acudido el niño este verano le dijeron que podía ir libremente al baño de chicos o chicas, según decidiera él mismo, porque así queda recogido por la ley. Una norma, aprobada por la Comunidad Valenciana, que establece que la identidad de género es la vivencia interna e individual tal como la persona la siente”.Creo que los españoles tenéis una percepción de la memoria histórica más fuerte, ya que haber vivido la dictadura os da un sentido más profundo de la libertad”, opina Camilla.

Su viaje a España se debe también a motivos personales. Como fotógrafa ahora desempleada y madre de 46 años a tiempo completo, le resulta más barato vivir en Valencia, donde había acudido ya muchos veranos, que en Florencia. Pretendía además conocer la experiencia de colectivos de nuestro país que se encargan de estos temas, por lo que las vacaciones se extenderán de momento de forma indeterminada.

Por el momento ya ha podido reunirse con Chrysallis -una asociación de carácter nacional que se ocupa de menores transexuales- y tiene previsto acudir a una conferencia organizada por el Servicio Catalán de Atención a la Salud, donde ya se ocupan desde hace años de ofrecer información al respecto. La bloguera, que también ha participado como ponente en una charla Tedx, pretende seguir compartiendo información en nuestro país.

Desde que abrió el blog sostiene que ha recogido más de 3.000 euros en donaciones y ha sido contactada por más de una treintena de familias en la misma situación.La mayoría de ellas –cuenta- son presas del pánico, no saben cómo comportarse”. Y al igual que le ocurre a ella, son las madres quienes suelen ocuparse del asunto, ya que “el hombre, y menos el hombre italiano, no habla de estos temas”, considera.

En una de las entradas del blog explica la diferencia entre transgénero y transexual. “La palabra transgénero es una especie de nombre colectivo que recoge a todas aquellas personas que presentan una variación de género, es decir, que no se identifican completamente con el sexo biológico”, escribe. Y aunque la RAE contempla esta acepción también bajo el término transexual, éste se suele aplicar para lo relativo al cambio de sexo.

Todavía es muy pronto para pensar en eso, es algo que tendrá que contemplar él más adelante, seguramente en la adolescencia”, valora Camilla. De modo que siempre se refiere a su hijo como él y no ella. “Lo importante es seguirlo y comprobar cómo se siente en cada momento. Lo único que quiero es que sea feliz y de momento en España, donde es un niño normal, lo es”, mantiene la madre.

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