“Las relaciones de pareja suponen un gran empujón para la integración de los refugiados”. Lo dice Horst Wenzel, un joven alemán de 28 años natural de Dortmund y afincado en Colonia (oeste germano). Wenzel fundó en 2012 la Flirt University, o sea, la “Universidad del flirteo”. En sus seminarios se enseña a mujeres, pero sobre todo a hombres, a ligar.

“Mi trabajo consiste normalmente en ayudar a hombres que son, por ejemplo, ingenieros o informáticos, en resumen, personas muy buenas a la hora de pensar desde un punto de vista lógico, pero que no son muy inteligentes desde un punto de vista emocional”, dice Wenzel. Él se define a sí mismo no como profesor universitario, sino como coach, un entrenador para heterosexuales que buscan conocer a personas del sexo opuesto con la mente puesta en una relación amorosa.

Su “universidad” no es ajena a la llegada de casi millón y medio de demandantes de asilo registrada entre 2015 y 2016 . Éstos son, en su mayoría, hombres jóvenes. “Ya tienen todos un techo bajo el que dormir, tienen qué comer, están, por así decir, seguros. Pero si esa necesidad de estar en seguridad la tienen cubierta, hay otras que siguen necesitando ser cubiertas, es decir, necesidades de tipo social, la de tener amistades o pareja”, explica Wenzel.

Él ha visto que tenía una oportunidad para colaborar en la integración de los demandantes de asilo tras constatar que “los refugiados no tienen, en general, mucha experiencia en lo que a las citas se refiere”. Por eso lleva ya tiempo organizando encuentros y talleres destinados a demandantes de asilo en los que expone sus conocimientos sobre cómo ligar en Alemania. En sus particulares clases, Wenzel también dice “sensibilizar” con temas como la homosexualidad. “Les digo que la homosexualidad es algo tan bueno como la heterosexualidad”, sostiene.

Para él, con los refugiados hay dos grandes problemas. A saber, “que son jóvenes y que aún no han tenido una relación seria, no han tenido sexo en su vida, son principiantes absolutos”, abunda Wenzel. Uno de sus diálogos con un joven sirio sirve de ejemplo para apuntar a lo que se refiere este experto en el arte de ligar. Él empezó preguntando al joven árabe:



- ¿Tienes novia?

- Sí

- ¿Os habéis acostado juntos?

- No.

- ¿Os habéis besado?

- No.

- ¿Habéis tenido una cita?

- No.

- ¿Qué habéis hecho juntos?

- Nos vimos una vez y la tengo en mi lista de amigos de Facebook.

Una cultura del ligar inexistente

Según cuenta, los chicos – y algunas chicas – que han acudido a sus seminarios suelen venir de familias muy conservadoras. “Son familias en las que los padres suelen estar muy implicados, controlando quién va con quién. No hay una cultura de tener citas, al menos no una que sea oficial, todo se hace sin que nadie sepa nada, en top-secret”, describe Wenzel.

Arnan, un joven farmacéutico llegado a Alemania en 2015 procedente de la ciudad siria de Homs, confirma a EL ESPAÑOL esta realidad. Lo hace, pero con matices. “Tal vez en los sectores más tradicionales de la sociedad siria no exista esa cultura de tener citas y eso, o es una cultura oculta, pero la verdad es que las citas y las parejas, las hay más de lo que pudiera parecer”, asegura Arnan. “Para la gente con educación y abierta de mente, en lo últimos diez años, se tenía muy claro quién hacía qué y con quién porque se decía muy abiertamente. Así era la experiencia de la mayoría antes de la guerra”, agrega.

Sin embargo, Arnan sostiene que la mayoría de los refugiados que él ha conocido como demandantes de asilo en Alemania son el tipo de gente más conservadora. Son ellos a los que Wenzel trata de aclarar cómo funcionan las relaciones de pareja en occidente.

“Los hay que tienen unas ideas muy inocentes. Por ejemplo, hablan de querer encontrar una mujer, que si es alemana, ha de convertirse al Islam, luego tienen que casarse y sólo entonces podrían pasar a tener algo sexual. Pero la mayoría en Europa no se plantea algo así ni en broma”, dice el joven profesor que enseña cómo ligar. “Esta forma de ver las relaciones no funciona en Occidente. Nadie o casi nadie se va a comportar así. Eso de la ausencia de sexo antes del matrimonio ya no se lleva en Europa”, agrega.

“¿Cómo va el primer encuentro en Tinder?”

En calidad de coach, Wenzel está especializado en un ámbito en el que “no hay una formación oficial”, señala. Ese vacío fue justamente para Wenzel una oportunidad de negocio. Todo empezó hace algo más de cinco años con un blog, donde se ofrecían consejos.

Ahora se responde en dicho espacio a preguntas como “¿Cómo va el primer encuentro en Tinder?”, dedicado a la famosa aplicación de contactos, o “¿Cómo consigo que él se enamore de mi?”, destinado a chicas. En su opinión, “los alemanes tienen mucho que aprender de españoles, franceses e italianos a la hora de ligar”. Acompañan a Wenzel en su “universidad” una decena de “profesores” que son, en realidad, sociólogos, escritores, entrenadores personales especializados en estilo, desarrollo personal, entre otras cosas.

Los alemanes tienen mucho que aprender de españoles, franceses e italianos a la hora de ligar

Sobre las enseñanzas de Wenzel, Arnan dice que “son una buena idea, interesante y tal vez necesaria”. Él procede de una familia cristiana más bien liberal. Es un amante del thrash metal. Se refiere a las ideas conservadoras de algunos de sus compatriotas como creencias propias de una “época oscura”. “Siria tenía una sociedad abierta, secular, pero también había gente viviendo en una época oscura, gente que piensa que una mujer no debería fumar en público, por ejemplo”, sostiene Arnan.

Este joven, que ya va camino de pasar su tercer año en Alemania, tiene actualmente novia. Es una chica alemana que encontró a través de Tinder. Antes de esa relación, estuvo usando esa aplicación porque “quería encontrar gente nueva, también sexualmente”, según sus términos. Arnan habla muy buen inglés. Actualmente está aprendiendo alemán. Aún tiene que alcanzar el nivel que le permita convalidar su formación como farmacéutico en una universidad alemana. Su dominio del inglés le ha facilitado el contacto, incluido el de carácter íntimo, con varias mujeres desde que pisó suelo germano.

90.389 llegadas de demandantes de asilo en la primera mitad de 2017

Al igual que ocurre con ámbitos como el laboral, el dominio del alemán resulta esencial para lograr la integración en la sociedad alemana. De ahí que Wenzel señale como algo positivo que “la mayoría de los refugiados se encuentren ahora en una situación de implicación total con el aprendizaje de la lengua alemana y en busca de trabajo”.

Para las autoridades alemanas, la integración es el gran desafío que afronta el país después de la llegada masiva de demandantes de asilo en 2015 y 2016. El número de llegadas a suelo germano se ha reducido sensiblemente este año. La reducción se produjo a raíz del cierre de la llamada “ruta de los Balcanes” y la firma del acuerdo de la Unión Europea con Turquía en materia de refugiados.

Datos recientes del Ministerio alemán del Interior facilitados a este diario cifran en 90.389 el número de demandantes de asilo registrados en la primera mitad de 2017. “En la primera mitad de 2016 ese número era algo más del doble y en la segunda mitad de 2015 era ocho veces mayor”, indican desde el ministerio.

Horst Wenzel lleva desde 2012 'educando' en amor a los demandantes de asilo FlirtUniversity.de

Aprender alemán con amor

Tras mostrar su solidaria “cultura de bienvenida” recibiendo hace dos veranos al flujo masivo de solicitantes de asilo, en su mayoría procedentes de Siria, el clima en el país de la canciller Angela Merkel cambió a peor para los refugiados después de la Nochevieja de 2015. Entonces, se produjeron en Colonia, sobre todo, pero también en otras ciudades alemanas, agresiones sexuales masivas cometidas mayormente por jóvenes de origen inmigrante, tal y como confirmaba a EL ESPAÑOL el fiscal jefe de Colonia.

“Después de aquello, los refugiados cuentan que la gente los ha empezado a mirar peor. Aquello hizo mucho daño a los refugiados”, dice al respecto Wenzel. Él sabe que entre sus pupilos que son demandantes de asilo o que ya cuentan con el estatus de refugiado hay quienes cuentan con posibilidades de éxito en una relación amorosa. Para él, una relación de pareja es un factor importante para la integración. “Una relación empuja a aprender alemán y a encontrar trabajo”, estima.

Arnan, el joven sirio afincado en Berlín, comparte esa opinión. Pero a él no le hace falta de momento escuchar a Wenzel. “Para ligar, basta con salir de fiesta a un club, allí es posible que a uno lo encuentren antes de ponerse a buscar con quien ligar”, concluye.