Bruselas

Los Gobiernos nacionalistas y euroescépticos de Hungría y Polonia han perdido su primera batalla legal contra el reparto de refugiados decidido por la UE en 2015. El abogado general del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), Yves Bot, ha pedido este miércoles que se rechace el recurso presentado por el Gobierno de Viktor Orbán para anular las cuotas obligatorias de demandantes de asilo. Alega que esta medida contribuye de forma efectiva y proporcionada a que Grecia e Italia puedan hacer frente a la crisis migratoria.

El dictamen del abogado general todavía no es definitivo, aunque el TJUE suele seguir sus recomendaciones en el 80% de los casos. La sentencia final se dictará en los próximos meses. Mientras tanto, el puso entre Bruselas y los países del este por las cuotas se endurece. La Comisión ha decidido este jueves lanzar un ultimátum a Hungría, Polonia y República Checa por negarse a acoger refugiados, incumpliendo sus obligaciones legales

El recurso en cuestión fue presentado por Hungría y Eslovaquia contra la decisión de repartir entre los países de la UE a 160.000 demandantes de asilo llegados a Grecia e Italia. A la demanda se sumó posteriormente Polonia, mientras que Alemania, Francia, Italia, Grecia, Bélgica, Luxemburgo y Suecia se han personado en el proceso para defender el reparto.

Budapest y Bratislava solicitaban al TJUE anular las cuotas obligatorias alegando que su adopción estuvo viciada de errores de procedimiento o derivados de una base jurídica incorrecta. Por otra parte, los dos países alegan que la medida no es adecuada para responder a la crisis migratoria ni necesaria.

Obligación de solidaridad

En su dictamen, el abogado general desestima todos los argumentos de Hungría y Eslovaquia. En primer lugar, sostiene que el reparto de refugiados no vulnera la legislación de la UE. El Tratado permite expresamente "adoptar todas las medidas provisionales que considere necesarias para hacer frente a una crisis migratoria".

La medida impugnada por estos países "contribuye automáticamente a aliviar la considerable presión que recayó en los sistemas de asilo de Grecia y de Italia a raíz de la crisis migratoria del verano de 2015" y por tanto "es adecuada para alcanzar el objetivo que persigue", sostiene el abogado general.

Si finalmente las cuotas obligatorias han resultado poco eficaces, prosigue Bot, es porque algunos Estados miembros, entre ellos Eslovaquia y Hungría, se han negado a aplicarlas. La actitud de estos países "es contraria a la obligación de solidaridad y de reparto equitativo de las cargas a que están sometidos los Estados en el ámbito de la política de asilo".

Cuando apenas queda un mes para el fin del programa, la UE sólo ha repartido a 24.676 refugiados, apenas el 15,4% de los comprometidos, según los datos publicados este miércoles. Hungría, Polonia y Austria no han acogido a ninguno, mientras que República Checa ha recibido a 12 y Eslovaquia a 16. En España, la cifra asciende a 1.093, el 6,8% de la cuota de 16.000 asignada.

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