La salida de Reino Unido de la Unión Europea puede dificultar que los británicos disfruten de una de sus pasiones: los vinos de importación y, entre ellos, el vino español.

Reino Unido es el segundo importador de vino del mundo tanto en valor como en volumen. El 99% del vino que se consume del país llega del exterior y más de la mitad de las importaciones proceden de la UE, según la Asociación de Comerciantes de Vino y Bebidas Espirituosas británica (WSTA, por sus siglas en inglés).

Pero la posibilidad de que se impongan trabas al comercio tras el divorcio y de una libra debilitada amenazan con entorpecer el flujo de vino a Reino Unido.

El mes pasado la WSTA informaba de que el precio medio de la botella de vino en Reino Unido había subido más en los tres primeros meses de 2017 que en los dos años anteriores, llegando a 5,56 libras. En marzo, además, el Gobierno elevó un 3,9% el impuesto sobre el alcohol, que ya se encontraba entre los más altos de la UE.

“Por desgracia para los negocios y consumidores británicos, tenemos claro que éste no es un ajuste anecdótico y que los precios del vino continuarán subiendo”, dijo el director ejecutivo de la asociación, Miles Beale, al desvelar los datos.

Aunque la primera ministra británica, Theresa May, ha enterrado su advertencia de que está dispuesta a abandonar la UE sin un acuerdo de divorcio y parece abierta a aceptar un periodo de transición para amortiguar el golpe, la conservadora sigue apostando por salir del mercado único europeo y la unión aduanera en aras de un 'brexit duro'.

Un análisis del Observatorio de Política Comercial de Reino Unido de finales de mayo pronosticaba un panorama adverso para el vino en Reino Unido ante un brexit de gran magnitud, que veía como el escenario más probable.

Según sus estimaciones, en 2025, con un crecimiento económico limitado, una libra decaída y sin acuerdos de libre comercio -estos requieren mucho tiempo para ser negociados e implementados-, el precio del vino habría aumentado un 22% y su consumo habría disminuido un 28%.

Para el vino español el brexit supone un desafío, ya que Reino Unido es el segundo destino de sus exportaciones en términos de valor y el quinto en volumen, según un informe del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX) publicado tras el referéndum. 

La preocupación es tremenda porque para España es un primer mercado”, afirma José Luis Benítez, director general de la Federación Española del Vino (FEV), que confía en la capacidad de adaptación del sector. “Por otro lado, el sentido común te lleva a pensar que la salida del Reino Unido de la Unión Europea en el ámbito del comercio no debería, por los intereses intereses comunes que hay tanto en el resto de Europa como en el propio Reino Unido, acabar mal”.

Por ahora, el vino español sólo sufrió una “pequeña” bajada en las exportaciones tras la devaluación de la libra que siguió al referéndum del brexit, señala Benítez.

El diálogo sobre la futura relación comercial entre Reino Unido y la UE, sin embargo, no ha comenzado, dada la negativa de Bruselas a iniciar este proceso hasta que haya avances significativos en las negociaciones de divorcio, y es incierto cuándo estará listo un acuerdo de libre comercio, así como sus términos.

De cara a las negociaciones, la federación reclama que no se impongan aranceles, que se mantengan las normas europeas en lo que se refiere por ejemplo al etiquetado o que se respeten las denominaciones de origen tras la desconexión.

Para la bodega Ramón Bilbao, Reino Unido es un mercado clave, siendo la denominación de origen Rioja la que más exporta a este país, de acuerdo con datos del Ministerio de Agricultura.

Emilio Restoy, director general del Grupo Zamora, que engloba a la bodega, reconoce que el impacto del brexit se hizo notar tras el plebiscito y que la devaluación de la libra ha llevado a un encarecimiento de las botellas.

Sin embargo, la empresa ha optado por subir sus precios y ve en el brexit una oportunidad. Restoy subraya la salud del negocio y asegura que sus clientes británicos son menos sensibles al precio.

A lo que te lleva la incertidumbre es a ser conservador”, afirma. “Nosotros, como compañía, hemos decidido lo contrario y estamos reforzando nuestras inversiones tanto en vinos como en licores en el Reino Unido porque creemos que, justamente ahora que otras compañías están frenando un poco, es el momento de acelerar”.