Figuras poderosas de la Iglesia de Inglaterra ayudaron a encubrir a un antiguo obispo que abusó de menores y jóvenes, de acuerdo con un informe independiente recogido por The Guardian.

El arzobispo de Canterbury y líder de la Iglesia de Inglaterra, Justin Welby, ha calificado la conducta de inexcusable. "La Iglesia colaboró y ocultó en vez de ayudar a aquellos que fueron lo suficientemente valientes como para dar un paso al frente. Este comportamiento es inexcusable y estremecedor".

Peter Ball, que fuera obispo de Gloucester y Lewes, fue encarcelado en 2015 tras abusar de 18 adolescentes y jóvenes de entre 17 y 25 años a lo largo de dos décadas. En febrero, sin embargo, fue puesto en libertad.

La primera víctima en dar la cara, Neil Todd, intentó suicidarse tres veces hasta que finalmente se quitó la vida.

Welby, el actual arzobispo de Canterbury, pidió que se investigase cómo la Iglesia había gestionado el caso y el informe ha visto la luz este jueves.