Bruselas

Pese a que el crecimiento de la eurozona se consolida y supera al de Estados Unidos y Reino Unido, el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves mantener su tipo de interés de referencia en el mínimo histórico del 0% -en el que está desde marzo de 2016- y continuar con su programa de compra de deuda a un ritmo de 60.000 millones de euros mensuales al menos hasta finales de año.

El organismo presidido por Mario Draghi resiste de momento las presiones de países como Alemania y Holanda para que empiece a retirar las medidas de estímulo. Alega que la inflación todavía está lejos del objetivo de cerca pero por debajo del 2%. De hecho, ha revisado a la baja sus previsiones de inflación para este año (1,5% en lugar de 1,7%) y también para 2018 (1,3% en lugar de 1,6%) y 2019 (1,6% en lugar de 1,7%).

El Consejo de Gobierno del BCE ha confirmado además que los tipos de interés continuarán a sus actuales niveles históricamente bajos "durante un largo periodo de tiempo" y en todo caso hasta mucho después de que termine la compra de bonos

No obstante, el BCE descarta expresamente nuevas bajadas de tipos en el futuro, algo que no excluía en sus anteriores comunicaciones. Los analistas interpretan este cambio en el mensaje como el primer paso para normalizar la política monetaria. El tipo aplicado a la facilidad de préstamo continuará en el 0,25% y los bancos seguirán teniendo que pagar una penalización del 0,4% por depositar sus fondos en el BCE.

Compra de bonos

El BCE tiene previsto continuar su programa de compra de deuda pública y privada hasta finales de diciembre de 2017, o más allá si lo considera necesario, al actual ritmo de 60.000 millones de euros al año.

Además, si las perspectivas económicas de la eurozona empeoran o la inflación no llega al objetivo del 2%, el banquero italiano no descarta volver a aumentar el volumen de adquisición de bonos o extender el programa.

"Seguimos firmemente convencidos de que todavía es necesaria una extraordinaria cantidad de apoyo de la política monetaria", ha repetido este jueves Draghi. No obstante, el BCE ha revisado ligeramente al alza sus previsiones de crecimiento para la eurozona hasta el 1,9% este año, el 1,8% en 2018 y el 1,7 en 2019.

El banquero italiano ha dicho que los riesgos para estas previsiones están "equilibrados". Otro pequeño cambio en la comunicación del BCE, que hasta ahora hablaba siempre de riesgos "a la baja", que lleva a los analistas a pensar que el fin de los estímulos está más cerca.

El Consejo de Gobierno no ha discutido todavía este jueves sobre la normalización de la política monetaria, pero dos de sus miembros han reclamado que esta cuestión empiece a debatirse, ha desvelado Draghi.

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Precisamente, el crecimiento de la eurozona durante el primer trimestre ha sido revisado este jueves al alza del 0,5% al 0,6% por la oficina estadística de la UE, Eurostat. La expansión de la eurozona duplica a la de EEUU (0,3%) y triplica a la de Reino Unido (0,2). España es el decimosegundo país que más crece (0,8%), pero el primero entre las grandes potencias del euro.

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