Bruselas

Una de las tendencias más destacadas de las elecciones holandesas que se celebran este miércoles será la extremada fragmentación del paisaje político. Un total de 28 partidos concurren a los comicios y 14 de ellos podrían lograr representación, según el último promedio de encuestas. En el próximo Parlamento holandés, formado por 150 diputados, predominarán las fuerzas de tamaño medio: un total de siete con más de 10 escaños, sin ninguna que sobresalga en exceso. Pero junto a ellas convivirán pequeños partidos excéntricos que podrían ser necesarios para la coalición de Gobierno.

Esta fragmentación es el resultado de las escisiones dentro de los partidos tradicionales, pero sobre todo se explica por el sistema electoral holandés, de circunscripción única, totalmente proporcional y sin umbral de representación. Cualquier partido que obtiene un 0,67% de los votos logra un escaño. En estas condiciones, se necesitarán como mínimo entre cuatro y cinco partidos para formar Gobierno, ya que la mayoría de ellos han descartado pactar con el islamófobo y antieuropeo Geert Wilders, al que las encuestas sitúan en segunda posición, por detrás del actual primer ministro, el liberal Mark Rutte. En el único debate televisivo a dos de la campaña, Rutte le ha vuelto a decir este lunes a Wilders que no piensa colaborar con él en el Gobierno.

En un final de campaña marcado por el choque diplomático entre Turquía y Holanda, Rutte ha resaltado que las elecciones holandesas son "cruciales" para la UE. "Se puede decir que son los cuartos de final para intentar evitar que gane el mal populismo. Las semifinales serán en Francia en abril y mayo y en septiembre en Alemania tendremos la final. Quiero que Holanda sea el primer país que pare esta tendencia del mal populismo", ha dicho. Estos son algunos de los pequeños partidos con los que quizá se vea obligado a pactar Rutte si, como parece previsible, repite como primer ministro.

UNIÓN CRISTIANA

Obtendrá entre 5 y 7 escaños, según los sondeos (ahora tiene 5). De los tres partidos cristianos holandeses, es el que defiende una política económica más progresista. Pero su programa se basa en los principios de la Biblia, aunque defiende la separación entre iglesia y Estado y la libertad de fe, es decir, la presencia del islam en Holanda.

Se opone al aborto y a la eutanasia y reclama invertir más en educación y en el cuidado de las personas mayores. Es un partido euroescéptico que alega que Holanda debe mantenerse como entidad independiente dentro de la UE.

50PLUS

Podría llegar a triplicar su representación de sus 2 escaños actuales a un máximo de 6, según el promedio de encuestas. Se fundó en 2009 para defender los derechos de los pensionistas. Su principal reivindicación es volver a rebajar la edad de jubilación de los 67 a los 65 años y vincular las pensiones a la evolución de los precios para que no pierdan poder adquisitivo.

Critica la política de tipos bajos del Banco Central Europeo por socavar los ahorros de las personas mayores. En materia de eutanasia, apoya la introducción, bajo control médico, de una píldora de la última voluntad. En cuanto a la inmigración, el partido defiende acoger sólo a un "número limitado" de refugiados, que deben distribuirse entre los países de la UE en función de la densidad de población.

PARTIDO POR LOS ANIMALES (PvdD)

Los sondeos le dan también hasta seis escaños, el doble que los dos actuales. Se fundó en 2002 y fue el primer partido del mundo que logró representación parlamentaria con una agenda centrada en los derechos de los animales. Su líder, Marianne Thieme, pertenece a la protestante Iglesia Adventista del Séptimo Día, y ha sostenido en varias entrevistas que Adan y Eva eran vegetarianos.

Defiende prohibir la caza y el sacrificio de animales sin anestesia, cerrar la industria biotecnológica e impulsar la agricultura ecológica. Pero sus intereses van más allá de los animales: apuesta por instaurar una renta básica, devolver la edad de jubilación a 65 años o impedir la cesión de nuevos poderes a la Unión Europea.

PARTIDO POLÍTICO REFORMADO (SPG)

Logrará entre los tres escaños que tiene ahora y un máximo de cinco. De raíz calvinista, es el más radical de los partidos cristianos holandeses y el más antiguo en su forma actual, aunque nunca ha entrado en una coalición gobernante. Defiende un Gobierno basado exclusivamente en los principios de la Biblia.

En su manifiesto electoral, el SPG expresa su preocupación por el auge del islam en Holanda, al que considera hostil a la cultura y a las leyes del país, y aboga por reducir la llegada de refugiados y deportar a los que no tienen derecho al asilo. Además, sostiene que la UE debe hacer menos y devolver poderes a los países miembros.

DENK (Piensa)

En el extremo opuesto del espectro ideológico. Es el resultado de una escisión del Partido Socialdemócrata (PdvA), el que más cae en las encuestas y al que pertenece el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem. Dos miembros del PdvA de origen turco dejaron la formación por discrepancias sobre la política de integración de inmigrantes y fundaron Denk en 2015. Los sondeos le dan entre 0 y 2 escaños. Se trata de un partido proinmigración que quiere combatir el racismo y la xenofobia en Holanda.

Denk apuesta por crear un "registro de racismo" que recoja las declaraciones discriminatorias de políticos, con el objetivo de impedir que los que recurren al discurso del odio puedan ocupar cargos públicos. También defiende introducir cuotas de diversidad; pedir perdón por el pasado esclavista del país; suprimir por racista la figura de Zwarte Piet, una especie de paje negro del Santa Claus holandés; o abolir el concepto de "inmigrante" por considerarlo estigmatizador. La incógnita ahora es el impacto que tendrá en sus votantes la crisis entre Holanda y Turquía, ya que sus fundadores rechazaron distanciarse del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, a raíz de la purga que lanzó tras el fallido golpe de Estado del verano pasado.

Otros dos partidos podrían obtener entre uno y dos escaños en las elecciones del miércoles: el Foro para la Democracia (FvD) y A favor de Holanda (VNL). Detrás de ambos partidos, de ideología ultra similar al PVV de Wilders, se encuentran varios de los promotores del referéndum contra el Acuerdo de Asociación entre la UE y Ucrania.

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