Roma

El primer ministro italiano, Matteo Renzi, ha anunciado su dimisión después de que los italianos rechazaran de forma masiva la reforma constitucional que el propio Renzi había convertido en un plebiscito sobre su figura. “Mi experiencia de Gobierno termina aquí”, aseguró Renzi pasada la medianoche en una alocución desde el Palacio de Gobierno.

Matteo Renzi anuncia su dimisión tras ser derrotado en referéndum

“Italia es el país en el que nunca pierde nadie, pero yo digo en voz alta que he sido derrotado, asumo toda la responsabilidad de no haber sido capaz de llevar adelante la victoria”, argumentó Renzi. Según sus palabras, había intentado “eliminar las poltronas” de políticos quietistas que mantienen al país en el inmovilismo, por lo que su dimisión era obligada.

Mayoritario voto en contra

Los resultados del referéndum no dejan lugar a dudas, cerca de un 59% de los ciudadanos votó en contra de cambiar la Constitución por un 41% que se mostraron a favor. El carácter político de la consulta se confirmó con una participación muy alta para tratarse de un referéndum, del 68,37%, según los datos oficiales del Ministerio del Interior. La afluencia a las urnas estuvo más a la altura de unas elecciones generales. En las últimas, de 2013, votaron un 75% de los ciudadanos.

Renzi, que nunca ha sido refrendado en las urnas, presentó este referéndum como el punto culminante con el que cerrar el programa de reformas con el que llegó al Gobierno en 2014. Aseguró, antes incluso de ser aprobada la ley en el Parlamento, que si no conseguía sacarla adelante abandonaría la política. Y aunque después ha intentado matizar sus palabras, viendo como el viento favorable le ha ido dando la espalda, no ha tenido más remedio que ceder ante la contundencia del resultado.

Ahora el primer ministro tendrá que poner su cargo a disposición del presidente de la República, Sergio Mattarella, que será quien decida el futuro del Ejecutivo. El jefe de Estado tampoco era favorable a finiquitar antes de tiempo este Gobierno, pero es más que improbable que pueda mantener a un Renzi vapuleado por las urnas. El todavía primer ministro anunció que este lunes se reuniría con su Consejo de Ministros para agradecerles su labor y después se dirigirá al Palacio del Quirinale para transmitirle su decisión a Mattarella.

La derecha pide elecciones inmediatas

Desde la derecha se pide ir a las urnas de forma inmediata. Pero el escenario más probable que se abre ahora es el de un Gobierno técnico. Se lleva rumoreando durante las últimas semanas los nombres del ministro de Economía y Finanzas, Gian Carlo Padoan, o el del presidente del Senado, Pietro Grasso. Estos representarían un perfil más amable, del tipo de Mario Monti, con el objetivo de armar el menor ruido posible en Europa y aprobar los Presupuestos del Estado, que aún deben ser revisados por Bruselas.

Otra opción sería reunir a todas las fuerzas políticas para encontrar una nueva mayoría de Gobierno transitoria. Mientras que la solución interna, pasaría por el ministro de Infraestructuras, Graziano Delrio, o el titular de Cultura, Dario Franceschini. Aunque éstos, figuras de peso en el Partido Democrático, amenazarían con enterrar definitivamente la carrera política de Renzi.

Porque a sus 41 años, no está claro que el político florentino haya dicho todavía su última palabra. Pese a las urgencias del resto del arco parlamentario, las elecciones anticipadas no se pueden celebrar de manera urgente. La anterior ley electoral, el llamado Porcellum, fue declarado inconstitucional, y la que está vigente, el Italicum, sólo prevé las disposiciones para elegir a la Cámara de Diputados y no al Senado, ya que la intención era abolir la Cámara Alta.

INcertidumbre sobre su futuro político

Renzi pidió al resto de políticos italianos que asuman la “gran responsabilidad reformar ley electoral”, con “propuestas serias y creíbles”. Independientemente del resultado, el Italicum estaba en proceso de ser reformado, por lo que no podrá haber comicios antes de contar con una nueva ley electoral. Con estos resultados, la oposición urge a terminar cuanto antes este proceso, mientras es posible que en el PD dilaten los tiempos para reponerse del golpe.

Difícilmente se celebrarán elecciones antes de primavera, por lo que pasados unos meses y digerida la derrota es posible que Renzi quiera entrar de nuevo en la partida. Dependerá del devenir político de un Gobierno incierto y de la batalla interna que ya estaba servida en su partido.

Ha perdido su referéndum por un amplio margen, pero tras su quijotesca empresa, el 41% se lo puede apuntar al completo, mientras que la victoria del ‘no’ se la deben repartir entre todos sus oponentes. El Movimiento 5 Estrellas capitalizará el resultado, pero no está tan claro que en el cara a cara haya un líder que consiga más votos que Renzi.