Ir a la escuela mientras se aproxima la jubilación podría ser obligatorio en los países nórdicos de llevarse a cabo una propuesta del ex comisario europeo y ex ministro danés Poul Nielson que busca mejorar el mercado laboral del norte de Europa.

“Es simplemente la idea de hacer de la educación para adultos un elemento general real y obligatorio en el transcurso de la vida laboral de todos”, dice a EL ESPAÑOL.

Su idea de implementar la educación obligatoria para adultos forma parte de un informe, “Vida laboral en la región nórdica: desafíos y propuestas”, que le encargó el Consejo Nórdico, una organización para la cooperación entre Dinamarca, Suecia, Noruega, Finlandia e Islandia.

Este verano, Nielson ha viajado por estos países -que comparten un mercado laboral común desde 1954- para dar a conocer sus propuestas. La última parada fue el pasado miércoles en Noruega. Llegado noviembre, el Consejo Nórdico debatirá las medidas recogidas en el texto.

En su informe, Nielson, miembro del partido socialdemócrata danés, defiende que “los rápidos cambios tecnológicos y la cada vez más elevada edad de jubilación aumentan la necesidad de innovación en el campo de la educación”. Así, la idea de hacer que los adultos regresen a las aulas intenta lidiar con el desarrollo tecnológico y el envejecimiento de la sociedad.

Un estudio de la OCDE publicado en 2014, por ejemplo, estimaba que la proporción de noruegos de 65 y más años respecto a la de noruegos de entre 20 y 64 pasaría del 30% en 2012 al 60% en 2050.

Nielso resalta que para llevar a cabo esta medida será necesario “mostrar responsabilidad y solidaridad con aquella categoría de ciudadanos que básicamente no son capaces de estar al día”.

El excomisario, sin embargo, clarifica que no va dirigida sólo a los trabajadores más mayores, sino que pretende introducir la educación obligatoria como un elemento más de la vida laboral en los países nórdicos. Preguntado acerca de si, llevada a la práctica, su medida afectaría a un tramo específico de edad y cuál sería, Nielson afirma que “esto deberá ser diseñado y decidido tras un periodo de proyectos piloto”.

Nielson no espera que la medida se implemente de inmediato, sino que espera que se demore. Asimismo, los Gobiernos de los países nórdicos deben apoyarla de manera unánime para poder hacerla realidad.

Para trasladarla del concepto a la práctica, el exministro sugiere dos modelos distintos. Uno “más ambicioso” trazado en conjunto por el Consejo Nórdico que consistiría en proyectos piloto en los diferentes países de la alianza para “testar su viabilidad y determinar los costes”. El segundo, más “orgánico” y “menos controlado”, consistiría en fomentar desde el Estado el desarrollo de este tipo de iniciativas.

Para Nielson, la educación obligatoria de niños y jóvenes no es polémica y, por tanto, no debería serlo tampoco en el caso de los adultos. “Sólo puedo desear que tenga una acogida positiva”, asegura a este diario.

Pero las esperanzas del excomisario de la Unión Europea impulse una medida similar son escuetas. “No creo que sea realista concebir esto como una iniciativa para la UE”, sentencia. “Puede que la propuesta despierte cierto interés en la UE, pero no hay ninguna conexión formal en ese sentido”.

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