Niza

Pasan las horas, pero no la intensidad en el Paseo de los Ingleses. Niza se sacude con cada noticia -detenciones, nuevas cifras de víctimas, declaraciones de las autoridades-, recordando que la masacre del 14 de julio es real. Las autoridades trabajan a destajo para averiguar la identidad de los 84 fallecidos. Sus familias y amigos lloran por la calle, incapaces de reponerse del dolor. Otros, no obstante, viven con la incertidumbre de no saber qué ha ocurrido con sus seres queridos.

Nadie sabe el paradero de Nick Leslie. Tiene veinte años y es estudiante de la UC Berkeley, California. El joven formaba parte de un grupo de 85 alumnos que estaban en Niza cumpliendo con un viaje cultural. Las últimas noticias que la familia tiene de él, de acuerdo a informaciones del Wall Street Journal, es que se encontraba en la celebración del 14 de julio con sus compañeros. Todos ellos echaron a correr cuando vieron aproximarse al camión que embistió al gentío y, desde entonces, Leslie está desaparecido.

"20 años, etnia caucásica, ojos marrones, pelo negro, 1,95 metros de altura y 85 kilos de peso". Carteles colgados por buena parte del centro de Niza describen a Leslie, que iba vestido "con un polo blanco y vaqueros oscuros".

Dos hombres observan un cartel pidiendo información sobre Nick Leslie. G.Araluce

"Estamos yendo de hospital en hospital buscando noticias de Nick", cuenta un familiar del desaparecido con gesto cansado. Habla en voz alta en medio de un grupo de gente. Suena su teléfono y desaparece rápidamente.

Las últimas 48 horas las ha vivido a un ritmo trepidante: en varias ocasiones ha llegado a creer que había dado con el estudiante. Los responsables del grupo de la UC Berkeley habían perdido de vista, en total, a tres jóvenes. Además de Nick Leslie estaban desaparecidos Mykhaylo Bazelevskyy y Rickard Kruusberg. Los carteles de los tres se encuentran a lo largo de todo el Paseo de los Ingleses. Bazelevskyy y Kruusberg ya han sido encontrados entre los heridos. De Leslie, ni una pista.

Un número "inexistente"

En la parte de abajo de los carteles aparece un número de teléfono. Se pide a aquellos que tengan alguna pista de los desaparecidos que llamen con cualquier pista sobre su paradero. El número (+33-143-1222222), no obstante, no corresponde con ningún usuario: es "inexistente", señala la operadora.

Para encontrar una numeración aproximada en la que se obtenga respuesta hay que restar un '2' (+33-143-122222), correspondiente con el de la embajada estadounidense en París. Una funcionaria, en conversación con EL ESPAÑOL, sostiene que están trabajando con las familias de aquellos ciudadanos de EE.UU. involucrados, de un modo u otro, en el atentado del Paseo de los Ingleses.

Entre las historias de supervivencia hay quienes apuntan al mar como su vía de escape: "Corrí hacia allí para protegerme cuando vi el camión atropellando a la gente", explica Lisa, de 17 años. Según señala, vio a otros que hicieron lo mismo y les siguió corriendo. "Veíamos que atropellaban a la gente y entramos en pánico".

De acuerdo a la información de medios californianos, no se descarta la hipótesis de que Leslie siguiera este mismo camino y sufriera cualquier tipo de incidente. La familia, no obstante, se aferra a la posibilidad de que el joven se encuentre entre las 25 personas que todavía están en coma y que, de algún modo, no se le haya podido identificar.

Averiguar la identidad de las víctimas

Benoît Kandel no se separa del lugar del atentado más que para dormir y comer. Camina por las inmediaciones ofreciendo información y ayuda. Aquellos que sigan mínimamente la actualidad política de Niza lo reconocen con facilidad: tras una amplia trayectoria en la Gendarmería francesa, se incorporó como primer ayudante del alcalde de la ciudad en 2008. Bajo su mando se reestructuró la Policía local y la seguridad. También fue consejero general desde 2009, un cargo de máxima responsabilidad en la estructura municipal francesa.

Benoît Kandel conversa con un grupo de personas en el Paseo de los Ingleses. G.Araluce

"Todos los esfuerzos se centran en averiguar la identidad de todos los fallecidos", define Kandel, vestido con traje negro y una pequeña -casi imperceptible- bandera francesa bordada en la solapa. El trabajo de los forenses desde el 14 de julio, apunta, ha sido "infinito", y a muchas de las víctimas se las ha reconocido porque sus propias familias han ofrecido los datos necesarios para su identificación. De Nick Leslie, no obstante, no tiene ninguna noticia. "Pedimos a todos aquellos afectados por la tragedia que usen las vías oficiales para encontrar apoyo institucional.

Banderas a media asta

El Paseo de los Ingleses se ha convertido, en cierto modo, en un cementerio de dos kilómetros de distancia. Aquí y allá se encuentran panteones improvisados de flores y mensajes de condolencia: "No dejaremos que nos venza el terror", "Sed fuertes" o "Viva Francia" son algunos de ellos.

Un grupo de chicos ha extendido un plástico negro de grandes dimensiones entre dos palmeras. En él han estampado un graffiti: "Unice Nous" [juego de palabras entre 'unidos' y 'Niza']. En el paseo, las habituales banderas francesas están izadas a media asta.

El mural colgado en el Paseo de los Ingleses pidiendo unidad. G. Araluce

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