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Los autores del atentado terrorista del pasado 14 de diciembre en Sídney lanzaron explosivos que no llegaron a detonar durante el ataque en la popular playa de Bondi, donde murieron 16 personas, entre ellas un atacante, según una declaración policial preliminar compartida por un tribunal local a la que tuvo acceso la cadena pública ABC.
La acusación sostiene que los presuntos atacantes, identificados como Naveed Akram, de 24 años, y su padre, Sajid Akram, de 50 años y abatido por la Policía, arrojaron cuatro artefactos explosivos improvisados (IED) contra una multitud que celebraba una festividad judía, recogió el mismo medio, que publica fotografías de los dispositivos.
La semana pasada, un tribunal de Sídney emitió una orden de secreto judicial para la declaración policial sobre los presuntos hechos de Bondi, que fue levantada este lunes, lo que permitió su publicación.
Según el texto al que pudo acceder ABC, los agentes dijeron que los dos hombres estacionaron su vehículo en Campbell Parade (Bondi) alrededor de las 18:50 hora local (7:50 GMT) el día del atentado y colocaron en los parabrisas delantero y trasero banderas del Estado Islámico, a cuya ideología vinculó previamente el ataque el primer ministro australiano, Anthony Albanese.
La declaración policial preliminar presume que luego sacaron del vehículo tres armas de fuego, junto con tres bombas caseras y una bomba "con forma de pelota de tenis", y se dirigieron hacia la multitud.
Una bandera del Estado Islámico, presuntamente hallada por la policía en el coche de Akram.
La declaración menciona vídeos en los que los dos hombres "parecen justificar el ataque" y realizan "un entrenamiento con armas de fuego en una zona rural, presuntamente Nueva Gales del Sur".
"A lo largo del video, se ve al acusado y a su padre disparando escopetas y moviéndose de forma táctica", refleja en el documento mencionado por ABC, que también hace referencia a imágenes en las que ambos están sentados con armas de fuego de largo alcance frente a una bandera del EI.
El ataque se produjo hace ocho días, cuando dos hombres armados con rifles abrieron fuego contra la multitud congregada en un parque cercano a la playa de Bondi, una de las más concurridas y turísticas de Australia, donde cerca de un millar de personas celebraban la festividad judía Janucá.
En el lugar murieron 14 personas -entre ellas uno de los presuntos atacantes, que fue abatido- y otras dos fallecieron posteriormente en el hospital, incluida una niña de 10 años.
La Policía ha presentado 59 cargos contra Naveed Akram, que engloban 15 por asesinato y uno por terrorismo.
