Kim Jong-un ha cambiado las maniobras militares y las pruebas de lanzamientos de misiles balísticos para supervisar la inauguración de un megacomplejo turístico con el que pretende abrir (ligeramente) las puertas de su país a los visitantes extranjeros. Tras el bochorno sufrido por la fallida botadura del destructor más poderoso de su Armada, el líder supremo de Corea del Norte se ha sentado a ver cómo sus compatriotas se tiran por toboganes de agua y ha aprovechado para darse un paseo por la playa con su familia.
Precisamente esto último ha supuesto una de las mayores novedades durante la propagandística apertura del resort, localizado en la región de Kalma, en la costa este del país asiático. El dictador ha estado acompañado de su hija, Kim Ju-ae, a la que se ha visto en los últimos meses en diversos actos públicos y que debería ser la heredera del régimen, pero también a su mujer, Ri Sol-ju, que llevaba más de un año y medio desaparecida en circunstancias misteriosas.
Una serie de fotografías del evento publicadas este jueves por la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA muestran a Ri de pie o sentada unos pasos detrás de su marido y de su hija. El atuendo de Ri, vestida con una camisa blanca, pantalones negros holgados y lo que parece un bolso de Gucci, contrasta con el conjunto blanco más formal que llevaba su hija.
Kim Jong-un y su hija Kim Ju-ae en un rascacielos que forma parte del complejo de Kalma.
Curiosamente, la exportación de artículos de lujo a Corea del Norte -y un bolso de dicha marca lo es- está prohibida en virtud de la Resolución 1718 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que impone sanciones al país asiático por sus programas nuclear y de misiles balísticos, según recoge la agencia Efe.
Sin embargo, es bien conocido que el país utiliza valijas diplomáticas, exentas de aduanas e inspecciones, para introducir este tipo de artículos otorgados como regalos a la familia del mandatario. El dictador y su familia no son impermeables a los caramelos del capitalismo occidental.
En primer plano: Ri Sol-ju, Kim Ju-ae y Kim Jong-un.
Esta es la primera aparición pública de Ri desde el día de Año Nuevo de 2024, cuando los medios de comunicación estatales la mostraron asistiendo a un espectáculo artístico.
Durante su ausencia, su hija Ju-ae ocupó un lugar destacado junto a Kim durante eventos de importancia. Yang Moo-jin, presidente de la Universidad de Estudios Norcoreanos de Seúl, considera que puede deberse a una estrategia para desviar la atención hacia la joven, según indicó en comentarios a la agencia de noticias Yonhap.
A diferencia de las esposas de los dos líderes norcoreanos anteriores, que permanecieron entre bastidores, Ri había aparecido con frecuencia en los medios de comunicación desde que Kim asumió el poder en 2011.
Reclamo turístico internacional
El evento escogido para la reaparición de Ri ha sido la ceremonia de finalización de la construcción del megacomplejo turístico de playa en el que el régimen había estado trabajando en la región costera oriental de Kalma y que Kim ha calificado como "una de las mayores hazañas" del país este año, según presume la agencia KCNA.
Los medios oficialistas afirman que el complejo hotelero tiene capacidad para 20.000 huéspedes y cuenta con instalaciones para nadar en el mar, practicar deportes y desarrollar actividades recreativas, y cuenta con servicios comerciales y de cátering.
Kim Jong-un durante la inauguración del complejo turístico Wonsan Kalma.
"La zona turística costera de Wonsan Kalma debería desempeñar un papel fundamental en el desarrollo de la cultura turística de Corea del Norte", declaró Kim durante un discurso en el evento, según recoge KCNA, que indicó que el líder supremo ordenó a los operadores brindar la mayor comodidad y espacio de ocio a los turistas.
Kim describió el complejo de Kalma como el primer paso en el desarrollo del turismo cultural en el país y afirmó que el próximo congreso del Partido de los Trabajadores, cuya fecha está pendiente de anuncio, confirmará un importante plan para desarrollar nuevas zonas turísticas a gran escala en otras regiones.
El embajador ruso en Corea del Norte y miembros de la embajada fueron invitados a la ceremonia, lo que indica que se espera que entre los turistas extranjeros que lleguen se encuentren rusos. El complejo abrirá sus puertas el 1 de julio, por lo que se espera que el país anuncie mayor flexibilización de sus fronteras tras años de restricciones a raíz de la pandemia de la Covid-19.