S. D.
Agencias
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Corea del Sur ha suspendido este miércoles las emisiones propagandísticas por altavoces hacia Corea del Norte, una medida que allana el camino para reducir tensiones y restaurar la confianza bilateral tras la llegada a la Presidencia la semana pasada de Lee Jae-myung.

Esta decisión llega tras un año de tensión y continuado uso de este mecanismo para emitir propaganda en respuesta al lanzamiento por parte de Pyongyang de cientos de globos con basura y excrementos durante 2024 por el envío de información contraria a Corea del Norte por parte de activistas surcoreanos.

Esta medida coincide, además, con la reciente petición del Ministerio de Unificación de Corea del Sur a frenar el envío de panfletos antigubernamentales a Corea del Norte por parte de grupos civiles.

De hecho, en campaña, el nuevo presidente surcoreano, Lee Jae-myung, ya había prometido suspender el uso de estos altavoces como parte de su estrategia para rebajar la tensión con Pionyang.



"Se trata de una medida en el marco del cumplimiento de un compromiso público con el fin de restaurar la confianza en las relaciones intercoreanas y promover la paz en la península coreana", ha dicho el Ministerio de Defensa en un comunicado en referencia a la desactivación de los altavoces.

Una batalla psicológica

La frontera entre Corea del Norte y Corea del Sur ha sido testigo durante años de una batalla psicológica a través del ruido. Pyongyang emitía sonidos perturbadores en altavoces gigantes de manera continuada y Corea del Sur respondía con emisiones de propaganda.

En medio de esta batalla sonora están los habitantes de la zona que sufren insomnio, dependencia de medicamentos y estrés constante.

De hecho, las emisiones en la frontera se reactivaron por primera vez en seis años en junio de 2024, bajo el Gobierno del ahora destituido Yoon Suk-yeol, como respuesta al envío de globos norcoreanos con basura y desechos hacia el sur.

Sin embargo, desde noviembre pasado, Corea del Norte no ha vuelto a lanzar este tipo de proyectiles, lo que también podría haber influido en la decisión actual.

Hasta el momento, no hay ninguna reacción oficial por parte de Kim Jong-un.