El Gobierno indio reconoció este viernes que aún no ha decidido una fecha para poner fin a las limitaciones de movimiento y el corte total de las comunicaciones en la Cachemira india, donde existe un amplio descontento después de que Nueva Delhi decidiera revocar sin preaviso el estatus especial para la región.

"Todo depende de cómo evolucione la situación en lo relativo al orden público y el imperio de la ley. Nos mantenemos muy esperanzados y positivos", afirmó en una rueda de prensa en Nueva Delhi el portavoz del Ministerio de Exteriores indio, Raveesh Kumar, sobre el regreso a la normalidad en la región.

Kumar recordó que el primer ministro indio, Narendra Modi, ya había dicho ayer, en su primera intervención tras el anuncio el lunes de la división del estado en dos territorios bajo control federal, que "la situación regresará de manera gradual a la normalidad".

Protesta contra la derogación del estatus especial de Cachemira en Nueva Delhi. Danish Siddiqui Reuters

"Las molestias expresadas por los cachemires son totalmente momentáneas. Estamos viendo ya calma y normalidad. Los periódicos se han publicado sin problemas, no ha habido ningún incidente de violencia, la distribución de comida no se ha visto afectada, los hospitales están funcionando con normalidad", subrayó Kumar.

La situación de calma se corresponde con una ocupación total del territorio por parte de las fuerzas de seguridad indias, con militares situados cada pocos metros entre barricadas en unas calles vacías de civiles, según mostraban los últimos días las pocas imágenes que llegaban de la región.

Hoy, día de rezo musulmán, se permitió por primera vez a los devotos acudir a las mezquitas, aunque solo las situadas en sus propios barrios, según informó el canal indio NDTV.

Días antes medios locales como Indian Express habían informado de la detención de más de 400 personas, incluidos empresarios, intelectuales, activistas y líderes separatistas de la región para evitar que pudieran alentar a la población a la protesta.

Fuerzas de seguridad indias han ocupado Cachemira. Danish Ismail Reuters

Por otro lado, Kumar también recordó que la India rechaza cualquier intromisión desde el exterior sobre Cachemira, al calificarlo de un asunto interno "relacionado con su soberanía".

El portavoz se refirió concretamente al "alarmismo" que intenta propagar entre la comunidad internacional Pakistán, contrario a la decisión de Nueva Delhi de modificar el artículo 370 de la Constitución que garantizaba un estatus especial a la región.

"Francamente, consideramos que Pakistán está nervioso, tienen la sensación de que las actividades de desarrollo por el bien de la gente de Jammu y Cachemira anularán el terrorismo transfronterizo que ellos justifican", sentenció Kumar.

La India y Pakistán se disputan Cachemira desde la partición del subcontinente indio en 1947 tras su independencia del Imperio británico y han librado dos guerras por una región que, además, es escenario desde los años 90 de un movimiento insurgente de tintes separatistas que, según Nueva Delhi, alienta Islamabad.

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